La industria de los derechos humanos

El ginebrino Alfred de Zayas está a punto de publicar un libro en Estados Unidos sobre la industria de los derechos humanos en el que analiza las grandes organizaciones benéficas, que se declaran políticamente neutrales y no tienen ánimo de lucro (*).

El mercado humanitario es uno de los sectores económicos que más crece. Se gana mucho dinero y se blanquea mucho más. Es el negocio de moda. Los gigantes de este mercado (Fundación Gates, Oxfam, Cruz Roja, Médicos Sin Fronteras) generan miles de millones de fondos.

En diez años el Comité Internacional de la Cruz Roja ha duplicado su presupuesto y ahora tiene un déficit de varios cientos de millones de francos. Los jefazos no son voluntarios ni trabajan por amor a la causa. El sueldo del presidente es de 437.000 francos suizos anuales y el del director supera los 300.000… sin contar las dietas y otros complementos.

Para tapar los agujeros, el cantón de Ginebra acaba de aprobar la entrega de 39 millones de francos, a pesar de que la ley sobre subsidios limita los honorarios de los jefes de las organizaciones sin ánimo de lucro.

La explicación es que el Comité Internacional de la Cruz Roja es un vgripo de presión y tiene unos tentaculos muy largos.

Hay otros benefactores que ganan bastante más que los del Comité Internacional de la Cruz Roja, como Amnistía Internacional y Human Rights Watch. Kenneth Roth, jefe de Human Rights Watch durante 27 años, ganó más de 620.000 dólares anuales cuando el año pasado dejó el cargo.

A Irene Khan, la jefa de Amnistía Internacional, la gratificaron con 533.000 libras esterlinas cuando dejó su organización benéfica.

Con unos sueldos así, cabe esperar que los derechos humanos vayan viento en popa en el mundo o, por lo menos, que el panorama vaya mejorando progresivamente y que las víctimas de los atropellos estén bien defendidas.

Es algo que tienen en común todos los tinglados humanitarias, especialmente los apegados a las faldas de la ONU, empezando por el Tribunal Penal Internacional, que tiene un presupuesto de 150 millones de euros y está financiado por las potencias occidentales, y siguiendo por la constelación de ONG y fundaciones caritativas.

La filantropía se ha convertido en una actividad muy corriente para los multimillonarios que no saben qué hacer con su dinero. Primero roban y luego reparten migajas.

(*) https://www.amazon.com/Human-Rights-Industry-Alfred-Zayas/dp/1949762521

comentarios

    1. Enrique, ¿nos podrías facilitar las evidencias en las que fundamentas
      que Zayas es «un personaje muy siniestro y nada de fiar»?
      Curiosidad, nada más.

    2. Lo de “matar al mensajero” está ya muy visto. Lo que está en cuestión es si las ONG responden a sus principios: si son neutrales, si llevan a cabo un trabajo realmente humanitario o si, por el contrario, son un negocio y un foco de corrupción.

  1. Aqui no ha hay «principios», sólo fines, y muy precisos y calculados, y la llamada «neutralidad» -lo mismo que el vocablo, «independiente»- no existen en realidad, todos sabemos que son anzuelos para atraer la pez de turno y devorarlo a conveniencia del pescador. (¿No surge ningúna ONG para ayudar a la asesiada y bloqueda Cuba de la bastarda agresión imperialista? Que curioso, ¿no?)

    En cuánto a «humanitario», lamentando pecar de escépticos consuetudinarios, idem de idem, salvo que aqui pueden anidar noblezas individuales para ayudar al prójimo, pero estructuralmente, funcionalmente, es otra trampà trampera del régimen para darse asi mismo «rostro humano».

    Las Organizaciones No Gubernamenteles enfatizan sospechosamente su no-gubernamentabilidad para poder ser creídas en un ‘Urbi et Orbi’ como el de hoy en día en el que hasta Edward Bernays se desmayaría al ver lo que estan haciendo con nosotros. Asi que creemos, con evidencias superpobladas, que…claro que hay una industria, no solamente de los derechos humanos, sino de los jorobados humanos también. Pero, ¿qué no es una industria hoy en día?

    Hemos entrado en una página de Alfred de Zayas del 23 de Julio, titulada: COUNTERPUNCH: The Weaponization of Human Rights at the Human Rights Council https://dezayasalfred.wordpress.com/2023/07/03/counterpunch-the-weaponization-of-human-rights-at-the-human-rights-council/ Y nos llamó la atención que terminaba asi: «I conclude with the motto of the Peace of Westphalia: «Pax optima rerum», peace is the highest good. Para Zayas, como se ve, LA PAZ es el más alto bien, que es verdad, quíen puede estar contra ello. Pero nosotros, solipsismo inevitable, que venimos de la paz de Franco y de otras más con las mismas «cunetas de desaparecidos», tenemos una nímbica precaución interpretativa con esta palabra que tal vez nos nuble la razón al respecto, pero cremos -y la Historia lo prueba- que sin Justicia nunca podrá haber Paz (Fiat iustitia pereat mundus) Y preguntamos para terminar: ¿tendran las ONG’s el mismo motto con el que termina Zayas su artículo de «Pax optima rerum» o este otro de «Iustitia optima rerum»? La respuesta esta en la Industria de los Derechos y Jorobados humanos…

Los comentarios están desactivados.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies

Descubre más desde mpr21

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo