Ayer la gendarmería canadiense logró abrir la frontera con Estados Unidos, bloqueada por segunda vez por las protestas de los camioneros en Alberta.
A primera hora de la mañana la gendarmería advirtió a una hilera de manifestantes en camiones aparcados justo al norte del paso fronterizo de Coutts que estaba bloqueando el paso de vehículos hacia el sur por la autopista 4 y pidió a los vechículos que evitara el paso fronterizo.
El sábado cientos de vehículos, incluyendo camiones, tractores y coches, habían bloqueado la carretera en solidaridad con el bloqueo principal cerca del paso fronterizo. Sin embargo, unas horas más tarde, la policía trasladó varios vehículos en dirección a Estados Unidos a un carril bordeado por otros camiones, tractores y vehículos policiales.
Muchos camioneros tocaban el claxon mientras circulaban por la autopista.
“Nuestros agentes en el control de carretera allí han estado interactuando con los que bloquean el tráfico y han sido capaces de aliviar el tráfico hacia el sur de la frontera, así que eso es positivo en este momento”, dijo el cabo Curtis Peters.
La policía prometió que escoltaría a quienes se dirigieran al paso fronterizo.
Los manifestantes siguen en la barricada principal, pero el miércoles accedieron a abrir un carril a cada lado de la autopista. Los camioneros empezaron a aparcar sus camiones y otros vehículos cerca del cruce el sábado en solidaridad con actos similares en Ottawa y en todo el país para protestar contra la vacunación obligatoria y las restricciones sanitarias.
La protesta bloqueó el paso de viajeros y camiones transfronterizos.
El martes la gendarmería anunció que las negociaciones para poner fin a la protesta habían fracasado y que estaban preparados para realizar detenciones y remolcar vehículos. Sólo algunos camioneros abandonaron las barricadas.