La crisis inmobiliaria en China

La inmobiliaria china Evergrande, que tiene una deuda superior a los 300.000 millones de euros, está subida en un tobogán. El jueves de la semana pasada la cotización de sus acciones se volvía a suspender por las sospechas de que su director general había sido puesto en arresto domiciliario.

El lunes aguó la fiesta a los agoreros y reanudó su cotización en la Bolsa de Hong Kong, que subió un 10 por cien, antes de saltar luego casi un 35 por cien.

Si bien las acciones habían recuperado su cotización a principios de agosto, después de una suspensión de más de 15 meses, cayó casi un 19 por cien en septiembre, tras conocerse el arresto domiciliario del director.

La empresa admitió que Xu Jiayin, también conocido por su nombre cantonés Hui Ka Yan, había sido sometido a “medidas coercitivas” por las sospechas de irregularidades.

A mediados de septiembre Evergrande ya anunció la detención de varios administradores de una filial.

El lunes otra filial anunció que no podía pagar los intereses de un préstamo, aumentando la presión sobre el holding antes de una reunión con sus acreedores prevista para finales de octubre en Hong Kong.

Su principal filial de promoción inmobiliaria en China continental, Hengda Real Estate Group, está sometida a una investigación por parte del gobierno y, por lo tanto, ya no puede emitir más obligaciones.

Ayer Evergrande canceló sin previo aviso una reunión sobre la reestructuración de su deuda que, si fracasa, puede acarrear graves consecuencias, ya que el monopolio tiene decenas de miles de trabajadores y cientos de proyectos inmobiliarios sin terminar.

El holding es un ejemplo, entre muchos otros, de un promotor inmobiliario sobreendeudado. En China el sector del ladrillo ha experimentado un enorme crecimiento en las últimas décadas, en un país donde la compra de una propiedad incluso antes de su construcción, permitía financiar otros proyectos. Pero la deuda de las empresas ha alcanzado tales niveles que en 2020 el gobierno decidió ponerle fin, como ya informamos en otra entrada.

Desde entonces el acceso al crédito se ha reducido considerablemente para este sector, en medio de una reducción de los precios de las viviendas. En los últimos meses, la crisis ha afectado a otro holding del sector, Country Garden, conocido desde hace tiempo por su solidez financiera. El grupo tenía una deuda considerable a finales del año pasado, del orden de 150.000 millones de euros.

Las empresas más pequeñas también tienen problemas. El promotor China Oceanwide advirtió ayer que corre el riesgo de entrar en proceso de liquidación.

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