Junto al asesino siempre hay un cajero

En la actualidad la invocación de los derechos humanos y las consiguientes sanciones internacionales a los países que no los respetan son una de las formas más importantes de injerencia imperialista, porque quienes las imponen desempeñan el doble papel de jueces y partes. Naturalmente que en las democracias europeas no hay violaciones de los derechos humanos, ni presos políticos, ni torturas, ni nada de eso. Los que los violan son países del Tercer Mundo. Lo que no van a hacer los imperialistas es sancionarse a sí mismos…

Pero… siempre hay un pero. A diferencia de Estados Unidos Europa no ha sanciondo al régimen de Omar al-Bashir que gobierna Sudán desde 1989 tras un golpe de Estado militar, a pesar de que está procesado por el Tribunal Penal Internacional acusado de masacres en masa contra la población y de convertir a su país en el centro de operaciones más importante de Al-Qaeda.

¿Por qué? ¿Se les ha olvidado? ¿Lo propondrán ahora los nuevos eurodiputados de ‘Podemos’?

La explicación es la siguiente: el banco francés BNP es al gobierno de Omar al-Bashir lo que Bárcenas al de Rajoy y Jake Guzik a Al Capone, por lo que caben las dos posibilidades de siempre:

a) el cajero se chiva del jefe y queda impune
b) el cajero paga el pato y es el jefe el que queda impune

Tras arduas negociaciones Estados Unidos ha impuesto una sanción económica brutal (8.900 millones de dólares) al BNP y va a someter a investigación (o sea, a chantaje) a otra serie de grandes bancos europeos que se están lucrando con los negocios sudaneses, entre ellos Commerzbank, Deutsche Bank, Crédit Agricole, Société Générale y UniCredit. En la banca europea está la clave que explica los motivos por los que Europa ha dado carta blanca a Omar al-Bashir.

Las sanciones económicas no conciernen sólo a Sudán sino a otros países sometidos al bloqueo imperialista, cuyo ejemplo más conocido es Cuba. Se trata de algo mucho más amplio. Francia ya fue sancionada por Estados Unidos por vender fragatas Mistral y también el banco Abn-Amro fue multado en 2005 por hechos similares.

Lo curioso es leer la explicación que expone el decreto del gobierno de Etados Unidos que multa al BNP. Dice que a través del banco francés, el gobierno de Sudán “y bancos vinculados a él” han llevado a cabo operaciones de miles de millones de dólares, que desde 1997 la sucursal del BNP en Ginebra era el banco central de facto del Estado de Sudán y que desde 2000 ha estado poniendo en circulación pagarés de los bancos sudaneses para financiar las exportaciones de petróleo del país africano:

“Por su papel en la financiación de las exportaciones de petróleo de Sudán -dice el decreto- el BNPP de Ginebra ha jugado un papel clave en el comercio internacional de Sudán. En 2006 los pagarés gestionados por el BNPP de Ginebra suponían cerca de una cuarta parte de las exportaciones, y una quinta parte de las importaciones procedentes de Sudán. Más del 90 por cien de esos pagarés eran en dólares estadounidenses. Además, los depósitos del Banco sudanés número 1 en el BNPP de Ginebra representaron aproximadamente el 50 por cien de las reservas de divisas de Sudán en esa época”.

La sentencia afirma abiertamente que el BNP ha estado financiando conscientemente tanto el terrorismo de Al-Qaeda como las masacres cometidas por el gobierno de Sudán contra su propia población, detallando las medidas adoptadas por el banco para ocultar sus negocios en el país del Nilo. Por eso la prensa europea ha silenciado las sanciones de la Casa Blanca o las ha explicado recurriendo a Cuba. O el silencio o la media verdad.

Las sanciones son tanto un aviso para navegantes (Commerzbank, Deutsche Bank, Crédit Agricole, Société Générale, UniCredit) y una amenaza a los monopolistas eurpeos, como un espejo del nivel al que están cayendo las relaciones entre Estados Unidos y las potencias europeas. Habría que complementar la información con la reciente depuración de los espías dobles que tenía Estados Unidos empotrados en el gobierno alemán y las acusaciones contra Alstom por currupción ante los tribunales de Estados Unidos, iniciadas el año pasado y que se han saldado este año con la venta de sus acciones a General Electric. Un chantaje en toda regla porque las sanciones solicitadas ascendían a mil millones de dólares.

La espada de Damocles no sólo pendía sobre Alstom sino sobre sus capataces, uno de los cuales, el número dos, es Georges Chaudron de Courcel el cual, a su vez, ya estaba en el banquillo de los acusados porque también era el número dos del banco BNP y “dimitió” de sus cargos hace unas pocas semanas en medio de una tortuosa negociación sobre las sanciones entre Francia y Estados Unidos.

En su libro “Hard choices” Hillary Clinton confiesa que cuando era Secretaria de Estado, presionó al presidente argelino Buteflika para que firmara un contrato de suministro de gas con General Electric. Eso que ahora llaman “puertas giratorias” no es otra cosa que capitalismo monopolista de Estado, es decir, que los grandes negocios se hacen de la mano del Estado de cada cual. No hay que rasgarse las vestiduras, esto funciona así: en cada negocio hay un gobernante y en cada divisa un carro blindado.

Francia ha amenazado con tomar represalias. Está estudiando la posibilidad de abandonar el dólar en sus transacciones comerciales y de deshacerse de sus reservas de divisas estadounidenses, como ya están haciendo Rusia y Japon, entre otros países.

Las sanciones económicas forman parte de la rivalidad entre las grandes potencias imperialistas. El vacío que unos crean los aprovechan otros, como China, que ha exportado armas a Sudán violando las resoluciones de la ONU en la que ocupa una plaza en el Consejo de Seguridad. El 18 por cien del petróleo que llega a China procede de Sudán.

Esta situación explica la sangrienta guerra civil en Sudán y que los imperalistas lo dividieran hace dos años, creando un Estado fantasma en el sur. Fue el fin del estado más extenso de África. A marchas forzadas los imperialistas están creando pequeños Estados por todo el mundo. Les resultan mucho más manejables. El modelo de Estado del imperialismo es San Marino, Singapur, Mónaco, Bahrein, Andorra, Barbados, Swazilandia, Kosovo, Liechtenstein…

comentario

  1. "El modelo de Estado del imperialismo es San Marino, Singapur, Mónaco, Bahrein, Andorra, Barbados, Swazilandia, Kosovo, Liechtenstein…"

    Si, sera en los neocoloniales , o en los que usan de casinos.

    No parece que la burguesia imperialista abogue por la particion de sus propios Estados.

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