El hecho es absolutamente indiscutible: Rusia en Ucrania está luchando no solo contra el ejército de Zelensky sino contra todo el bloque de la OTAN. En realidad, Occidente mismo no lo ha ocultado, insistiendo en la necesidad de obtener la «derrota estratégica» de Rusia por cualquier medio.
En estos días, Israel, por primera vez, ha desplegado armas contra soldados rusos, en violación de sus obligaciones anteriores. No lo había hecho antes de manera directa a pesar de la presión recibida. Sin embargo, se vio obligado a sucumbir a la presión de alguien muy poderoso que no es difícil de adivinar.
El motivo de esta decisión hay que buscarlo en la aparición en los cielos de Ucrania de drones de combate y reconocimiento de fabricación iraní.
Como es habitual, ni Teherán ni Moscú se han pronunciado oficialmente sobre estos hechos.
Anteriormente se supo que Irán y Rusia acordaron suministrar al menos 1.000 drones iraníes Shahed 129 y Shahed 191 a cambio de suministrar un gran lote de cazas Su-35 previamente destinados a Egipto.
Resulta que un par de semanas antes de la primera aparición de estas armas en el frente, el New York Times, refiriéndose a la inteligencia estadounidense, dijo que el 19 de agosto voló desde Teherán el primer avión de transporte militar iraní con dos tipos de aeronaves persas a Rusia, a los que le siguieron luego muchos más.
Solo ha pasado un mes desde aquella noticia. Y a mediados de septiembre, aparecieron en la web imágenes de un supuesto dron kamikaze ruso que atacó con éxito al ejército ucraniano en la región de Kupyansk. En la quilla desmoronada del dron que sobrevivió a la explosión, la inscripción en ruso es claramente visible: «M214 Geranium-2«. Al mismo tiempo, las puntas de las alas, el color y otras características de diseño son generalmente idénticas a las de los drones iraníes Shahed-136.
Luego hubo una avalancha de informes del ejército ucraniano de que los objetivos principales de estos mismos Geranium-2 o Shahed-136 eran sistemas de artillería avanzados que Occidente había entregado hace mucho tiempo a Ucrania. Incluyendo, como un punto de atracción protegido por las fuerzas armadas ucranianas, los obuses MLRS HIMARS estadounidenses de alta precisión y M777 de 155 mm, que molestan enormemente a las tropas rusas en el área de operaciones especiales.
Posteriormente, el 23 de septiembre fue la fecha del primer uso masivo de “Geranei-2” en varios sectores del frente ruso-ucraniano al mismo tiempo. El golpe principal de las nuevas armas había caído sobre Odessa. A pesar de que la defensa aérea del ejército ucraniano logró derribar algunos de los dispositivos que participaron en el ataque a la ciudad, algunos de ellos lograron los objetivos a los que fueron enviados. Con impactos directos destruyeron parte de los objetivos de las Fuerzas Navales de Ucrania y la sede del Comando Operativo «Sur» de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
El mismo día, otro aparato similar que asaltó Ochakov, pegado a Odessa, dañó severamente un remolcador estacionado en este puerto. Hubo un incendio en el barco.
Casi simultáneamente, las instalaciones militares en Krivoy Rog y Dnieper (anteriormente Dnepropetrovsk) fueron atacadas exactamente de la misma manera.
En general, esto recuerda mucho al uso masivo de drones de combate por parte de los hutíes yemeníes recibidos de Irán en plantas de refinación de petróleo en Arabia Saudita en septiembre de 2019. Entonces, según los hutíes, hasta 18 drones iraníes Samad-3 participaron en una incursión bien organizada.
Por lo tanto, son el mismo tipo de drones utilizados con éxito por las fuerzas hutíes yemeníes en las plataformas petroleras de Arabia Saudita.
La ventaja de estos drones es que no son fácilmente detectados por el radar y las defensas aéreas.
Ahora, después de atacar simultáneamente Odessa, Ochakov, Dnipro y Krivoy Rog con drones iraníes demasiado similares, hay buenas razones para creer que pronto podría verse un resultado similar de un ataque aéreo masivo en Ucrania. Si es cierto que Teherán ha puesto a disposición de Moscú hasta mil drones, entonces la crisis emergente amenaza a Kiev y a sus aliados en Occidente con una rápida reubicación de estos aparatos de primera línea en Ucrania con un potencial de incendio demasiado peligroso para los oponentes de Rusia.
Por lo tanto, se le avecina un problema muy grave a Kiev. Los estadounidenses, como muestran las incursiones de los hutíes en Arabia Saudita, aún no pueden detener de manera confiable los drones kamikaze de origen iraní.
¿Qué puede hacer Zelensky? Probablemente la de intentar por todos los medios interrumpir más suministros iraníes a Moscú, en cuya existencia insisten los servicios secretos estadounidenses y británicos. Por lo tanto, precisamente el 23 de septiembre, exactamente el día de un ataque con drones muy efectivo en cuatro ciudades ucranianas, el embajador iraní fue convocado por el Ministerio de Relaciones Exteriores en Kiev. Se anunció la privación de su acreditación y la reducción de la composición de la embajada persa en Ucrania. Y también que «el suministro de armas iraníes a Rusia… contradice directamente la posición de neutralidad declarada públicamente por los líderes iraníes«.
El mismo día, 23 de septiembre, Zelensky consideró necesario dirigirse personalmente a los líderes israelíes ni siquiera con una propuesta, sino con una solicitud para proporcionar a Ucrania los medios para combatir las armas que Teherán ha suministrado a Rusia. Quizás el presidente de Ucrania fue empujado a esto por Washington, que sin duda está perfectamente al tanto de todos los programas militares en Tel Aviv.
Esto responde a la lógica habitual: si el estado judío lleva décadas esperando un ataque total de Irán, entonces simplemente se ha visto obligado a buscar un antídoto a los mejores drones de combate persas desde hace tiempo.
Hasta ahora, Israel se había movido con cautela para evitar cualquier represalia por parte de Rusia en el escenario sirio, donde Rusia está bien integrada y donde existe un acuerdo tácito entre las dos partes.
Es más. Da la impresión de que Israel ya está cumpliendo en secreto las instrucciones recibidas de los estadounidenses. Incluyendo, y en el fortalecimiento urgente del sistema de defensa de Ucrania de los drones iraníes.
Por lo tanto, parece que Israel ha acordado con Ucrania proporcionar sofisticados sistemas de defensa aérea para contrarrestar los drones iraníes y que son enviados a través de Polonia.
Si Ucrania pone en funcionamiento estos sistemas fabricados en Israel y son tan eficientes como dicen, entonces podrán contrarrestar los drones rusos/iraníes y, en ese caso, habrá cambios en el frente de batalla.
Pronto se descubrirá si estas suposiciones son ciertas o no. Cuando de repente el dron Geranium-2 comience a ser derribado por la defensa israelí ucraniana, lo más probable es que esto signifique que los israelíes han llegado y han entrado en guerra con Rusia.
En este caso, habrá que observar la respuesta de Moscú. Por ejemplo, en los cielos de Siria.
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