Independencia y Socialismo para Euskal Herria

Ion Iurrebaso Atutxa

¿Los que pretendemos estos objetivos estamos trasnochados? ¿Qué premisas y dinámicas podríamos implementar con el fin de conseguir la independencia y el socialismo para Euskal Herria? ¿Qué es lo que de ninguna manera debiéramos hacer para conseguir dichos objetivos? Intentaremos responder brevemente a dichas preguntas a la vez que dejaremos en el tintero unos cuantos “¿por qué?”

Acerca de si estamos trasnochados/as

En la práctica, los socialdemócratas, reformistas, burócratas y pequeños burgueses del norte y sur de Euskal Herria son los encargados, en la parte que les toca, de difundir o proteger la democracia burguesa (dictadura del capital) a cambio de algunos beneficios y reformas. Esto lo hacen mediante una basta y multidireccional filosofía y línea política de actuación cuyo último objetivo es sostener el sistema capitalista de explotación y desvirtuar la teoría científica de la lucha de clases. A su vez, aseguran que la toma del poder por la clase trabajadora y sectores populares vascos es imposible. Quien no lo sustente está irremediablemente trasnochado, cuando menos.

Para ello mantienen diversos argumentos que los podríamos resumir en lo siguiente: Es imposible luchar contra la explotación y ocupación española y francesa (además de la explotación de la burguesía vasca) desde fuera de sus diversas estructuras de dominación. Ante ello, muchos y muchas pensamos que, si los/as de abajo no tomamos el poder en nuestras manos, los pobres son y serán, cada día que pase, más pobres y más numerosos. Tal y como están las cosas, el capitalismo se sumergirá en tal crisis que incluso pondrá en peligro la propia supervivencia de millones de un número de personas difícil de calcular. Las contradicciones inherentes al capitalismo en su actual fase no podrán “resolverse” sin una conflagración mundial, donde las dos anteriores guerras mundiales quedarían pequeñas en cuanto la magnitud de la tragedia.

Ante esa catastrófica situación tenemos dos posiciones a nivel global. Por una parte, pensar que esa terrible situación no se dará, que el sistema nos protegerá pues a él le servimos y que, por lo tanto, debemos actuar dentro de sus parámetros. Encima algo conseguiremos a cambio de nuestra fidelidad política y, cada vez más, ideológica.

Por otra parte, el análisis objetivo, dialéctico y científico de la realidad nos indica que desde dentro del sistema que nos oprime y explota nada podemos hacer para cambiar nuestra actual situación, salvo alguna reforma que no cuestione realmente la supremacía del capital.

Con ese planteamiento lo que deducimos es que tenemos que actuar básicamente desde fuera del sistema y contando con nuestras propias fuerzas. Como ya venimos haciendo, nuestras dinámicas y líneas políticas no tienen en cuenta ni tendrán, en lo fundamental, las leyes del capital hechas principalmente para su beneficio. De igual modo, seremos condenados por el aparato político, administrativo, político y judicial del sistema que se siente cuestionado y amenazado. Al mismo tiempo, no podemos luchar por nuestros objetivos máximos si no los hacemos públicos y asimismo los defendemos. O ellas o nosotras. No hay término medio y llegar a ésta conclusión solo será cuestión de tiempo.


En cuanto a premisas y dinámicas cara a conseguir nuestros objetivos máximos

Uno de los asuntos de primer orden es determinar quién es el sujeto de la revolución vasca que nos posibilite la independencia y el socialismo. Este no es otro que el pueblo trabajador vasco con la clase obrera y sectores más avanzados del mismo al frente. El interclasismo de una gran parte de la historia del MLNV nos ha enseñado cuáles son sus límites, sobre todo, en cuanto a la liberación de clase se refiere.

Es evidente que el análisis científico de cada situación que nos toque vivir será el que determine nuestra actuación en todos los niveles. Aún y todo, sí podemos marcar una serie de puntos que nos parecen imprescindibles.

No podemos cuestionar en ningún momento la titularidad real del futuro poder. Esto es, la clase obrera vasca y los sectores más concienciados del pueblo trabajador vasco serán las que detenten el poder político, económico y todos los que de éstos se deriven.

Al mismo tiempo, no haremos tratos o alianzas políticas de calado, tanto si son tácticas como estratégicas, con la burguesía, sea ésta vasca, francesa o española. Tenemos que tener absolutamente claro que la revolución socialista vasca sólo le interesa a las vascas y vascos de abajo.

Las organizaciones de vanguardia que se ocupen de las diferentes tareas para llevar adelante tales objetivos tendrán que tener un carácter de clase. La clase trabajadora vasca tiene que ser independiente para poder llevar adelante la construcción del Estado Socialista Vasco. Lo mismo que el movimiento obrero tiene que ser independiente de los sindicatos (sin excepción en la actualidad política vasca), etc.

Por enésima vez nos reafirmamos en el hecho de que es imprescindible la creación de un Movimiento Socialista Revolucionario Vasco de Liberación Nacional que aglutine a todas las organizaciones de clase y revolucionarias.

Sabiendo que tratamos un tema tan complejo de una manera más que telegráfica, diremos que la toma del poder obrero y popular vasco requerirá de diferentes instrumentos de lucha y sólo la coyuntura concreta con sus específicas condiciones objetivas y subjetivas determinará qué, cómo y cuándo hacer lo que haya que hacer.

Sobre lo que no debiéramos hacer para conseguir dichos objetivos

Quizá la primera cuestión, que abarca al resto, sería la de no rendirse o entregarse a los Estados que nos ocupan y explotan (sin olvidar a la burguesía vasco-española o autonomista). Desde el momento que acatamos la dictadura del capital, enterramos nuestra voluntad de luchar por la revolución socialista vasca. Ese camino sin retorno no hará más que destruirnos por nuestra propia decisión. Y la auto destrucción pasa por nuestro carácter nacional y de clase.

Acerca de “¿Por qué?” (cuestiones prácticas)

¿Por qué se entregan las armas y la teoría revolucionaria (independencia y socialismo) bajo la tramposa unilateralidad y no se decide unilateralmente irse de España y Francia y constituir la República Socialista Vasca?

Sin ir tan lejos ¿Por qué no se implementa unilateralmente la desobediencia como dinámica política para reivindicar y lograr los objetivos que siempre se ha marcado la izquierda abertzale? En cambio, se acepta unilateralmente la “ley de partidos” española que amarra la acción política con la cuerda del que nos ocupa y explota.

¿Por qué se llama “proceso de paz” a la citada entrega político-militar? ¿Por qué a lo largo y ancho del mundo “los procesos de paz” se desarrollan cuando la parte insurgente abandona su posición anterior y se pone en manos del capital a resolver ciertas consecuencias del enfrentamiento, pero no las causas políticas que lo originan? En el caso vasco no se han resuelto ni las causas ni las consecuencias. Estamos hablando de las presas y presos políticos vascos, de los deportados, de los huidos, de la independencia y del socialismo.

Si “Independentistak” nació como un elemento vertebrador para dar un impulso a la reivindicación de la independencia vasca… ¿Por qué realmente se decidió estancarlo? ¿Por qué no se dice la verdad? La burguesía vasca no es independentista en su estructura política y económica porque económicamente no le interesa la independencia de Euskal Herria. ¿Por qué se oculta esto? Precisamente porque a renglón seguido EHBildu firma con el PNV el preámbulo de un estatuto para las Vascongadas (Euskadi le llama el PNV) que significará el estatuto actualizado de la Moncloa, fruto de la transición de la dictadura fascista al monárquico régimen de 1978.

¿Por qué se crea “Esait” y luego se disuelve, siendo un organismo vertebrador nacional del deporte vasco? Por los cambios que ha habido en la política vasca que posibilitarán acuerdos entre los partidos…, se dice que decían. Naiz lo contaba así: “ESAIT anuncia ahora el final de su camino; sabiendo que todo lo que empieza, termina, y desde el convencimiento de que todas las siglas están siempre al servicio de una causa mayor y nunca son un fin en sí mismas”. Bien. Tenemos que decir algo obvio: nada ha terminado y todo está por hacer en cuanto a las selecciones vascas se refiere. Asimismo, lo de que todo está al servicio de Sortu, perdón, de una causa mayor… Un organismo nacional, popular, plural, etc. bien puede ser independiente y no estar al servicio de un partido en concreto. Y si lo estuviera sería porque se lo habría ganado en un debate sincero y popular.

¿Por qué se crea “Udalbiltza” como elemento para la vertebración nacional, y después se estanca como elemento a dinamizar por la Izquierda Abertzale Oficial y Reformista? Realmente lo que ocultan es que hay una contradicción insalvable entre Udabiltza (que comprende el norte y sur de Euskal Herria) y el acuerdo de nuevo estatuto vascongado que es lo que EHBildu está priorizando. Udalbiltza, en todo caso, debiera ser un ente superior al gobierno autónomo vascongado simplemente por su articulación nacional.

¿Por qué se acepta la partición del sur de Euskal Herria entre Vascongadas y Nafarroa? En lo fundamental estamos peor que en el inicio de la reforma española de 1978. En aquel entonces la Izquierda Abertzale no reconoció el cambio de marca de la dictadura española que entre otras cosas partía en dos Euskal Herria sur. Ahora se acepta la partición y, a la vez, se construye una estrategia de 3 carriles diferenciados en sus ritmos…con el objetivo de lograr una “República Confederal Vasca para el 2026”. Todo esto, entendemos, sin tener que pasar por la cárcel y con el beneplácito de las democracias francesas, españolas y sus homólogos de la comunidad política internacional. Comunidad de la que tanto hablaban los artífices del “proceso de paz” y que lo único que ha posibilitado, después de la entrega de armas por parte de ETA, es acomodar/situar a Euskal Herria (¡y de qué manera!), según el orden internacional del capital.

“Gure esku dago” ¿Por qué se pide permiso para decidir y no se crean dinámicas para reivindicar directamente la independencia, sobre todo cuando ya se sabe que ni España ni Francia autorizarían el consiguiente referéndum? Esto es auto destruirnos. A eso nos referimos, por ejemplo, cuando decimos lo de “destruirnos por nuestra propia decisión”. Hemos de reflexionar sobre ello. ¿Por qué perder fuerzas que nos perjudican y, a su vez, benefician a nuestros enemigos? Esto no es una escalera hacia arriba, pasito a paso, sino una escalera hacia abajo y además resbaladiza en extremo.

¿Hasta cuándo nos va a condicionar la represión a la hora de implementar nuestra línea política y nuestros objetivos nacionales y de clase? Por otro lado, ¿hasta dónde vamos a llegar con la teoría de lo posible? Es decir, es posible/viable entregar las armas y objetivos pues nos sale gratis, pero, en cambio, no es posible/viable reivindicar nuestros objetivos porque nos supone la represión. Y con esa ecuación nos abrazamos al sistema y la legalidad del enemigo. Y el que discrepe es que quiere volver a lucha armada, es una nostálgica, es imposible, está desfasado, son otros tiempos…

Por la consecución del Estado Socialista Vasco. Siempre adelante.

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