En el desierto del Sáhara las lluvias aumentarán exponencialmente

En el desierto más seco del planeta, el Sáhara, en los últimos 35 años las precipitaciones han aumentado (1) y las previsiones indican que durante los meses de agosto y septiembre la cantidad habitual de lluvia se podría multiplicar por cinco (2).

El Sahara es de una aridez extrema. En muchas regiones, las precipitaciones anuales no superan los 25 litros por metro cuadrado, y en algunos lugares puede pasar un año entero sin registrar una sola gota de lluvia.

La aridez está provocada por la célula de Hadley, que crea un sistema de alta presión atmosférica que hace que el aire descienda allí. Este fenómeno seca la atmósfera e impide la formación de nubes y lluvia.

Sin embargo, ahora tendrá lugar un episodio lluvioso que promete traer importantes cantidades de precipitaciones en el desierto. Tiene su origen en un cambio de ubicación de la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), una franja de alta humedad y precipitación que rodea el Ecuador, donde se encuentran los vientos alisios de ambos hemisferios.

Este encuentro genera un ascenso del aire, la formación de nubes y lluvia. Ahora la ZCIT se ha desplazado mucho más al norte de lo habitual, lo que ha permitido que los sistemas de tormentas se desplacen hacia el Sahara. Este desplazamiento ha introducido aire húmedo en una región conocida por su extrema aridez, lo que ha provocado lluvias inesperadas en el desierto.

Los modelos meteorológicos como el GFS y el ECMWF estiman que algunas zonas desérticas el volumen de precipitaciones multiplicará por cinco la media mensual normal. Podría recibir en unos días la cantidad de lluvia que recibiría normalmente en varios años.

Los modelos muestran que el fenómeno meteorológico podría ser uno de los más importantes de las últimas décadas. Las proyecciones indican que algunas regiones del Sahara podrían multiplicar por diez las precipitaciones medias.

El modelo GFS predice precipitaciones generalizadas durante los próximos 16 días, mientras que el ECMWF sugiere que las lluvias podrían persistir incluso hasta principios de septiembre. Los modelos sugieren que el evento actual podría ser uno de los más importantes en décadas, con precipitaciones que superan las cifras históricas para el desierto.

Para entender el fenómeno, los científicos han analizado los datos de precipitaciones en el Sahara durante los últimos 53 años. Solo en cuatro ocasiones se ha producido una fuerte anomalía que haya provocado precipitaciones significativas en agosto, lo que sugiere que eventos como el pronosticado ocurren menos de una vez por década.

En septiembre la situación es aún más inusual. Solo se observó un evento similar en 1994.

El Sáhara no siempre fue un desierto árido. Hasta hace 5.000 años estuvo cubierto de ríos y vegetación tropical.

(1) https://www.nature.com/articles/nature22069
(2) https://www.severe-weather.eu/global-weather/unexpected-rainfall-event-sahara-desert-2024-anomaly-fa/

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