Cuando el Sáhara pasó del amarillo al verde

A mediados del siglo XIX, durante un viaje por el desierto de Trípoli (Libia) a Tombuctú (Mali), el explorador alemán Heinrich Barth descubrió pinturas y grabados sobre rocas que representaban animales y escenas de caza.

Un siglo después, en una expedición por Argelia, Heri Lhote descubrió más pinturas rupestres que representan jirafas, rinocerontes, leones y antílopes, es decir, animales silvestres cuyo medio de vida requiere la presencia de agua y alimento abundantes.

Alrededor de la cuenca de Muluya, así como en las altas mesetas del este de Marruecos, también han aparecido depósitos sedimentarios fluviales. Entonces los humedales eran comunes en las alturas de Marruecos.

Exploraciones posteriores han descubierto varios lagos en la región de Chad y Níger. El período húmedo sahariano se desarrolló entre 11.000 y 5.000 años. Los vestigios dan testimonio de un Sáhara verde, muy diferente al desierto actual. Estaba cubierto de ríos y vegetación tropical.

Sin embargo, hace unos 5.000 años la región experimentó una aridificación extremadamente rápida, dando paso al desierto.

Durante varios millones de años el Sáhara ha estado oscilando entre periodos secos y húmedos. La fauna y la flora cambiaron drásticamente de unas épocas a otras y surgieron especies de plantas capaces de adaptarse a ambientes muy secos.

Groenladia también fue un bosque verde

Hace años relatamos el Proyecto Iceworm, iniciado en 1959 por Estados Unidos para construir una base militar subterránea al norte de Groenlandia capaz de albergar 600 misiles balísticos intercontinentales.

Los militares perforaron 1,5 kilómetros de profundidad a través de la capa de hielo, y cuando llegaron hasta el lecho rocoso, perforaron otros cuatro metros más, conservando una muestra del sedimento congelado con fósiles de hojas, insectos, ramas y musgo.

Desde 2018 los científicos vienen estudiando ese material porque hasta ahora creían que la superficie de Groenlandia había permanecido congelada desde hace unos 2,5 millones de años.

Sin embargo, en 2021 Bierman demostró que hace 400.000 años había estado libre de hielo con un ecosistema de tundra (*). La capa de hielo se derritió y se volvió a formar al menos una vez durante el último millón de años.

En aquella época el clima era similar o incluso ligeramente más cálido que el actual y la concentración atmosférica de CO2 eran de unas 280 partes por millón aproximadamente, muy inferior a las 422 partes por millón actuales.

Blanco y en botella: no parece que el CO2 haya tenido nada que ver con el aumento o la caída de las temperaturas. Tampoco tiene nada que ver con el congelamiento ni con el descogelamiento de Groenlandia.

La fusión del hielo de Groenlandia hace 400.000 años causó al menos 1,4 metros de aumento del nivel de las aguas y, posiblemente, hasta 6 metros.

Otras investigaciones han reproducido lo que hicieron los militares estadounidenses en 1959, esta vez con propósitos puramente científicos. Incluso perforaron mucho más en el hielo. La danesa Dorthe Dahl-Jensen llegó a los 2,5 kilómetros en la capa de hielo.

Como ya expusimos en otra entrada, su conclusión fue que la capa de hielo del sur de Groenlandia persistió a pesar de que la temperatura ambiental era cinco grados centígrados más alta que la actual. En consecuencia, para que el hielo desaparezca no basta con la subida de temperaturas, porque hay otros factores que también influyen.

El clima es esencialmente cíclico porque es una unidad de contrarios. No es homogéneo, ni tampoco evoluciona de una manera lineal. El actual desarrollo de las fuerzas productivas no ha llegado al punto de influir sobre él. Tan vano es empeñarse en conservar la nieve en Groenlandia como la arena en el Sáhara.

(*) http://dx.doi.org/10.1126/science.ade4248 https://www.pnas.org/doi/full/10.1073/pnas.2021442118

comentarios

  1. Puede ser que no aya pasado tanto tiempo
    Hay cartografias antiguas que detallan los rios, la vejetacion y bosques abundantes

  2. «WE CAME,
    WE SAW,
    HE DIED…
    JA, JA, JA!…»
    https://youtu.be/6DXDU48RHLU
    AND THE GREAT MAN-MADE RIVER
    ALSO DIED.
    EL SAHARA SE QUEDO DE AMARILLO.

    Vuestro artículo ‘Cuando el Sáhara pasó del amarillo al verde’ nos ha traído a la mente el Opus Magnum de Gadafi: el Gran Río Artificial PARA TRANSFORMAR EL DESIERTO DEL SAHARA y revertir la desertificación de África. The Great Man-Made River con sus planes de riego también tenía por objeto apoyar al sector agrícola en otras partes de África. El proyecto de agua potable y riego para la población africana más grande de todas las épocas históricas.

    Los equipos de exploración descubrieron cuatro enormes cuencas con capacidades estimadas de cada una que oscilaban entre 4.800 y 20.000 kilómetros cúbicos. La mayor parte de este agua se recogió hace 38.000 y 14.000 años, antes del final de la última edad de hielo, cuando la región sahariana disfrutó de un clima templado y las pinturas rupestres del pasado plasmaban los animales y fauna de de ello se había alimentado.

    Para hacer realidad este sueño, Gadafi encargó un proyecto masivo de ingeniería que consistía en una red de tuberías subterráneas que traerían el agua dulce de los antiguos y profundos acuíferos subterráneos en el Sahara para combatir la sequía que sufren las ciudades libias. Gadafi llamó a este proyecto la «Octava Maravilla del Mundo», y lo hubiese sido si la Organización Terrorista del Atlántico Norte, OTAN, no lo hubiese bombardeado cuando arrasó Libia y asesinó a Gadafi. (Tal vez porque el monopolio de las «Siete Maravillas del Mundo» ya está patentado y no quieren Ocho)

    En los medios de incomunicación occidentales rara vez se mencionó y, cuándo se hizo, fue etiquetado como un «proyecto de vanidad» y «el sueño imposible de un perro rabioso» Porque ya se sabe que muerto el perro, muerta la rabia.

    En agosto de 1984, Muammar el Gaddafi puso la primera piedra de la planta de producción de tubos en Brega y comenzó el Proyecto Gran Río Artificial. Alrededor de 1300 pozos fueron cavados en el suelo del desierto, algunos de hasta 500 metros de profundidad, para bombear agua de las reservas de agua subterráneas. Cuando la quinta y última fase del proyecto se completó, la red contaba con 4.000 kilómetros de longitud de tuberías que permitían que 155.000 hectáreas de tierras fuesen cultivadas. Incluso con las dos últimas fases aún por completar, el Gran Río Artificial fue el proyecto de riego más grande del mundo.

    O sea, que de haberse podido continuar el Opus Magnum de Gadafi, The Great Man-Made River, con el paso del tiempo, tal vez hubiésemos podido ver de nuevo pinturas y grabados de animales silvestres cuyo medio de vida requiere agua…pero llegó Hillary Clinton:
    «WE CAME,
    WE SAW,
    HE DIED…
    JA, JA, JA!…»
    and The Great Man-Made River
    ALSO DIED.
    Y el Sáhara se quedó de amarillo.
    (Todos nos estamos quedando de amarillo)

    Post Data:
    No podemos contener al hombre unamunesco
    de carne, sangre y huesos:
    ¿Pararan algún día a estos BASTARDOS?

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