En China no hay ningún campo de concentración para recluir a los musulmanes

La agencia Reuters, el New York Times, el Washington Post, la BBC y todas cadenas de intoxicación del mundo han afirmado falsamente que la ONU había condenado a China por retener a un millón de musulmanes (uigures) en campos de concentración. Vemos algunas perlas de los mequetrefes hispanoparlantes:

“China y la discriminación de la minoría musulmana uigur” (El Diario.es)

“Los gulags para musulmanes en los que China ha internado a millones de personas” (El Confidencial)

Alguien más torpe aún añadía que el propio gobierno de Pekín había admitido la existencia de estos campos, cuando era todo lo contrario. Otro ponía a China como ejemplo de lo que había que hacer con los emigrantes, como si también en China los musulmanes fueran emigrantes, es decir, como si no hubiera chinos musulmanes, lo que demuestra hasta dónde puede llegar la mala baba.

El bulo exhibe el cinismo de que hacemos gala en occidente: nos repugnan profundamente los musulmanes y queremos lo peor para todos ellos, pero si sus desgracias proceden de un país como China (u otro parecido) podemos hacer una excepción y utilizarla como moneda de cambio para hacer valer nuestras más podridas intenciones y vestirlas con el ropaje de los derechos humanos.

¿No buscaban noticias falsas? Pues aquí tienen una bien gorda, de la que
-como siempre- es interesante analizar el recorrido de “radio macuto”
donde la desinformación empeora a medida que pasa de mano en mano.

Este tipo de noticias van rodando desde la falsedad hasta caer en la pura imbecilidad. Cuando remontamos a las fuentes, encontramos siempre que todas tienen el mismo origen, que es doble. Por un lado está el motor, el imperialismo estadounidense, y por el otro la coartada, que es uno de esos grupos “opositores” que operan dentro de un pais incómodo, en este caso China. En tiempos de la Guerra Fría, a esos mismos “opositores” se les llamaba “disidentes” y, aunque eran soviéticos, operaban como la quinta columna: los tentáculos internos de una potencia exterior.

Cualquier bufonada que alguien lance contra los países del “eje del mal” (que son siempre los mismos) tiene una acogida entusiasta entre las páginas de los vendidos gacetilleros y sus secuaces en las redes sociales y agregadores de noticias, personajes que siempre hacen gala de sus escasas exigencias intelectuales.

Como suele ocurrir, los desmentidos no los publica nadie. En este caso, un portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos desmintió que el organismo internacional hubiera hecho ese tipo de insinuaciones.

¿Cómo la agencia Reuters fabrica un bulo?

Periódicamente el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial lleva a cabo un examen del cumplimiento por parte de los firmantes de la Convención Internacional (1), es decir, de 179 países, entre ellos China.

En su sitio web oficial, dicho Comité
deja claro que se trata de “un organismo de expertos independientes”,
no de funcionarios ni portavoces que hablan en nombre de la ONU.

A pesar de ello, el 10 de agosto Reuters publica (2) un informe con un titular explosivo: “La ONU dice que tiene informes creíbles de que China tiene a millones de uigures en campos secretos”, que fue reproducido por toda la prensa mundial.

El titular de Reuters atribuía la denuncia a la ONU, a pesar de que el artículo se refería sólo al Comité.

Una vistazo al comunicado oficial de prensa del Comité muestra que la única mención a supuestos campos de concentración, de internamiento o de reeducación en China la hizo Gay McDougall, la única miembro de nacionalidad estadounidense de dicho Comité que, por supuesto, no habla en nombre del Comité (y mucho menos de la ONU).

Después, otro miembro mauritano del mismo Comité, Yemhelhe Mint Mohamed, se hizo eco de esa misma expresión.

McDougall comentó que estaba muy preocupada por ciertos informes que aludían a detenciones masivas de musulmanes uigures en “campos de internamiento”. La Associated Press aclaró que McDougall no se apoyaba en ninguna fuente para proferir sus comentarios o, en otras palabras, que era una bocazas. De ahí que Associated Press titule la noticia de una manera muy diferente a Reuters: “Un panel de la ONU se muestra preocupado por la supuesta detención china de uigures”(3).

Pero a los medios de desinformación de todo el mundo no les interesan ese tipo de titulares, sino el de Reuters, que luego rellenan el bulo con vaciedades, como los informes realizados por una autodenominada Red de Defensores Chinos de los Derechos Humanos.

La noticia no aclaraba que dicha Red tiene su sede en Washington, en las mismas oficinas de Human Rights Watch, ni tampoco que recibe cientos de miles de dólares de un “gobierno extranjero”, y aunque aún no hay pruebas de que sea la Casa Blanca, no les quepa duda: apuesten por ello con los ojos cerrados.

La Red utiliza esos fondos para financiar a grupos de provocadores en el interior de China, donde ha realizado campañas a favor de opositores de ideología
fascista, como Liu Xiaobo.

Lo mismo que el Califato Islámico, Al-Qaeda y los Cascos Blancos, la Red es el típico movimiento “moderado” al servicio de los
intereses del imperialismo.

(1) https://www.ohchr.org/EN/NewsEvents/Pages/DisplayNews.aspx?NewsID=23452&LangID=E
(2) https://www.reuters.com/article/us-china-rights-un/u-n-says-it-has-credible-reports-that-china-holds-million-uighurs-in-secret-camps-idUSKBN1KV1SU
(3) https://apnews.com/35ab4fdc95a64a849e8d9a960bab50df

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