El New Deal Verde de la Unión Europea costará 100.000 millones de euros

En su discurso en la COP25 celebrada en Madrid la nueva presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, ha dicho que va a presentar su New Deal Verde, que tendrá un coste de 100.000 millones de euros durante la próxima década.

El pretexto es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la Unión Europea en un 55 por ciento para 2030 en comparación con 1990, aunque luego se le escapó que no es otra cosa que una medida de política económica contra la crisis al más puro estilo keynesiano.

Según Von der Leyen, “el Pacto Verde Europeo es la nueva estrategia de crecimiento de Europa. Reducirá las emisiones al tiempo que creará puestos de trabajo y mejorará nuestra calidad de vida. Para ello, necesitamos inversiones […] Para ello, presentaremos un plan”.

La Presidenta también anunció una ley climática para marzo del año que viene para que la “transición a la neutralidad de carbono sea irreversible”. Sin embrgo, no es fácil adivinar qué significan los términos “neutralidad” e “irreversible” (suponiendo que tengan algún significado).

Anticipándose a las críticas por el volumen previsto de inversiones añadió: “Si algunas personas hablan de costes, debemos tener siempre en cuenta los costes adicionales si no actuamos ahora”. Como buena parte de la seudoecología, los “costes adicionales” no son más que la bola de cristal de un porvenir ficticio.

Paralelamente, el Vicepresidente Ejecutivo de la Comisión encargada del New Deal Verde, Frans Timmermans, ha respondido en una rueda de prensa celebrada en Bruselas a la pregunta del millón: en una época de recortes presupuestarios, ¿de dónde va a salir todo esa gigantesca cantidad de dinero?

Es más fácil decirlo que hacerlo. Según Timmermans las inversiones verdes serán “una combinación de dinero público, préstamos y dinero privado”, o sea, un poco de todo, que es como no decir nada.

Lo que está claro es que el dinero que vaya a las políticas descarbonizadoras significará más de lo mismo: recortes en educación, sanidad, pensiones y todo tipo de servicios públicos (que pasarán manos privadas para recaudar más dinero).

“El coste del capital en este momento no es muy caro. La gente debe entender que también hay un gran coste por no actuar. Nuestra idea es que todos los Estados miembros se comprometan a ser climáticamente neutros para 2050”, añadió Timmermans para tranquilizarnos un poco.

Es como cuando no tienes dinero para salir el fin de semana y te quedas en casa. Siempre se ahorra mucho no haciendo nada.

Nos toman por idiotas.

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