Biden pone a un criminal de guerra al frente del Pentágono

Biden ha nombrado Secretario de Defensa al general Lloyd Austin. Será el primer negro en ponerse al frente del Pentágono.

Como buen farsante, durante la campaña electoral Biden dijo que la Guerra de Irak había sido un “error”. Pues bien, Austin ayudó a dirigir dicho “error”. Primero dirigió la invasión y luego la ocupación militar.

En 2010 dirigió el entrenamiento de las ISF (Fuerzas de Seguridad Irakíes), que pronto destacaron por los crímenes de guerra que cometieron en Mosul. Una unidad de las ISF fue grabada golpeando y matando a irakíes desnudos, incluyendo a un niño.

En 2013 fue nombrado comandante del Centcom, oficialmente conocido como Comando de Combate, que está al mando de todas las tropas de Estados Unidos en Oriente Medio. Es uno de los 11 grupos de tropas de Estados Unidos en una región específica del mundo.

Entre las atrocidades más documentadas cometidas por las tropas de Austin en Oriente Medio figura la destrucción de ciudades enteras de Siria, el bombardeo de un hospital en Afganistán, en el que murieron 42 personas, y el comienzo de la guerra infame que Estados Unidos desató contra el pueblo yemenita, junto con Arabia saudí y Emiratos Árabes Unidos.

Después de retirarse del ejército en 2016, Austin se unió a la empresa Raytheon, el tercer mayor contratista de defensa de Estados Unidos y uno de los mayores fabricantes de armas del mundo.

Dado que un tercio del equipo de transición de Biden proviene de empresas de la industria armamentista y de equipos de consulta, es lógico que los intereses comerciales de Raytheon estén representados por el secretario de Defensa.

Austin también forma parte de la junta directiva de Tenet Healthcare, un conglomerado de empresas con fines de lucro dedicadas a la atención de la salud que utilizó el dinero de los impuestos del seguro médico “Cares” para llenarse los bolsillos durante la pandemia.

Para que los civiles pudieran controlar mejor al ejército, en 1947 Estados Unidos aprobó una ley que prohíbe a los militares retirados, como Austin, ocupar cargos en el Pentágono cuando llevan menos de siete años jubilados.

Es papel mojado. Trump ya se la saltó al nombrar a James Mattis como secretario de Defensa. Lo mismo va a ocurrir con Austin.

Para tapar el asunto y la biografía de Austin, la prensa internacional va a iniciar una campaña de imagen destacando que Austin es negro y que es la primera vez que un negro se pone al frente del Pentágono. Para ascender a esas alturas, los negros tienen que cometer tantos crímenes como los blancos, por lo menos.

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