El miércoles la televisión argelina emitió las imágenes de un convoy de camiones que se dirigía hacia Adrar y Timimoun, en pleno desierto argelino del Sáhara, para recoger la cosecha de cereales.
Los medios de comunicación las llaman “las nuevas regiones cerealeras”. Cosechar y transportar decenas de miles de quintales de grano requiere recursos logísticos excepcionales en distancias que a menudo se miden en miles de kilómetros.
El espectáculo de los camiones llegó a las redes sociales. Eran volquetes de gran tonelaje equipados con lonas que indicaban su uso para el transporte de cereales. Algunos remolques de plataforma con cargadores traseros de cangilones y nuevas cosechadoras.
Con casi un centenar de camiones, el convoy atravesaba las zonas arenosas, como lo demuestran los terraplenes de los caminos y las zonas de cultivo de trigo cuyos campos circulares son visibles desde la carretera.
El hecho de que en el desierto la cosecha de cereales sea más temprana que en el norte de Argelia justifica el movimiento de equipos y recursos materiales entre ambas regiones.
El desierto entrega un millón de quintales de trigo
En 2021 tenían previsto cosechar cerca de un millón de quintales de trigo en la provincia de Adrar. El director de la cooperativa de cereales y hortalizas secas (CCLS), Mojtar Hamdani, dijo entonces a la prensa local que para las necesidades de la cosecha de aquella temporada se iban a movilizar 81 recolectores, además de 130 camiones para transportar la cosecha a los silos.
La improvisación de los primeros años, cuando el trigo recién cosechado se almacenaba temporalmente en el suelo y se cubría con lonas, está siendo sustituido progresivamente por una cadena de puntos de recogida con básculas puente y, en el mejor de los casos, silos permanentes o cobertizos planos para el almacenamiento.
Al igual que las cosechadoras, los camiones forman parte importante de la logística. En el norte de Argelia las distancias cortas permitieron el uso de tractores y remolques de un solo eje en las explotaciones agrícolas. En determinados casos, antes de la aparición de las nuevas cosechadoras a granel, los agricultores alquilaban camiones para evitar multiplicar las operaciones de transporte de granos y las consiguientes pérdidas de carga.
Pero en el sur de Argelia las considerables distancias no permiten el uso de tractores de un solo eje y remolques agrícolas. Dadas las desproporcionadas distancias y volúmenes permitidos por el riego, sólo camiones de gran tonelaje pueden transportar los cultivos.
16 horas de viaje en los camiones
En el desierto la cooperativa CCLS trabaja para coordinar las cosechadoras con los camiones destinados al transporte de los cereales a los puntos de recogida y los camiones destinados a sacar los cereales de estos puntos de recogida hacia los silos regionales o incluso hacia las ciudades del norte.
Argel se encuentra a 1.400 kilometros de Adrar y a 1.200 de Timimoun. La duración de los viajes entre estas ciudades y la capital requiere hasta 16 horas en los caminos o incluso más cuando en determinados tramos la calzada se ve dañada.
Los cosechadores del desierto siempre denunciaron la falta de equipos de recolección y los riesgos de pérdida de cereales en caso de tormenta de arena por las distancias, hasta que el año pasado el gobierno aumentó la capacidad de las cosechadoras de fabricación local equipándolas con una barra de corte de mayor tamaño.
Entonces la Oficina para el Desarrollo de la Agricultura Industrial en las Tierras Saharauis lanzó una tercera convocatoria de proyectos de inversión en la agricultura desértica en los que Argelia apuesta para garantizar su autoabasteciminto alimentario.
El objetivo de Argelia es cultivar un millón de hectáreas en el desierto, lo que permitirá el desarrollo de reservas estratégicas, entre ellas los cereales. Los rendimientos prometen ser espectaculares: 1.000 dólares por cada tonelada de trigo, es decir, tres veces más que el trigo importado del exterior.