A cuenta de la decisión del Colectivo de presos políticos de la izquierda abertzale

Jon Iurrebaso Atutxa, expreso político de ETA

Independientemente de la opinión que nos merezcan las actitudes políticas tomadas por partidos, colectivos o militantes, estén estos últimos encarcelados o en “libertad”, pensamos que el debate de las ideas, de los posicionamientos y de las dinámicas políticas tiene que estar sujeto a unos mínimos criterios.

Estas son, en nuestra opinión, algunas  de las premisas y obligaciones que debiera tener todo debate político si bien condicionado, en su dimensión pública, por la  represión. Soberanía para opinar ante cualquier interlocutor. Respeto para con quienes discrepamos. Disposición a la crítica y a la autocrítica. No hay límites a la hora de exponer los planteamientos de cada cual en cuanto a posición propia como en cuanto a crítica a terceros.

Dicho esto, vamos a comentar siquiera brevemente la opinión que nos merece la decisión de la mayoría del Colectivo de PPV de acogerse individualmente a la legislación penitenciaria española y francesa para obtener beneficios penitenciarios o en su caso la excarcelación individual.

En la práctica y en el núcleo de la decisión, no se contemplan los parámetros de la Amnistía, tanto en su sentido táctico (vuelta a casa de todos los represaliados) como en su sentido estratégico (reconocimiento de los derechos nacionales y sociales de Euskal Herria). En consecuencia, la noria de la represión seguirá girando sin parar y por primera vez no la enfrentamos con la independencia y el socialismo para Euskal Herria, es decir, con la Amnistía.

Y no es una cuestión que ataña solo a las cárceles pues ya antes Sortu se acomodó a la legalidad vigente, así como ETA entregó su posición y sus armas. Se cierra el círculo político de enfrentamiento con los Estados. De aquí en adelante la Izquierda Abertzale Oficial, y todo lo que a ella se supedita, actuará exclusivamente bajo los parámetros de la legalidad española y francesa.

Esta decisión de acatar y acogerse a la legislación de nuestros enemigos marca un antes y un después pero también condiciona de alguna manera el futuro. El futuro de nuevos y nuevas militantes vascos y vascas que serán encarcelados por defender y luchar por una Euskal Herria socialista.

Esta decisión rompe la unidad del Colectivo de PPV. De aquí en adelante cada cual tendrá como prioridad su propia dinámica para su excarcelación y ello hará imposibles otras dinámicas conjuntas, colectivas, de lucha.

Esta decisión es profundamente insolidaria para con los PPV que en peor situación mantengan los Estados. A nadie se le escapa que es España (Francia) con su Ministerio del Interior y su Dirección General de Instituciones Penitenciarias quien va a marcar el ritmo de la represión o de las concesiones. El ritmo de “a ti te doy esto y a ti te lo quito”.  Y en esa tesitura ¿qué ocurrirá?

Pensamos que no hay estrategia política que sustentándose fundamentalmente en la legalidad de nuestro enemigo, se salve de la sumisión al mismo. Si nuestro futuro tiene que ver con una Euskal Herria socialista, la única alternativa posible es la amnistía.

Y es ahí donde, desde la calle, tenemos que dar todo en la lucha por la amnistía. Ahí es donde tenemos que unir y reunir voluntades en el camino hacia una solución que solo la lucha la hará definitiva. Aunque al día siguiente tengamos que seguir luchando para defenderla.

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