Varios países de la UE hacen leña del árbol caído con Alemania a costa de su dependencia energética

Alemania se ha vuelto extremadamente dependiente del gas natural licuado de los Estados Unidos para mantener a flote su sector industrial y su economía, y desde las explosiones del gasoducto Nord Stream, se ha vuelto aún más dependiente.

La explosión del oleoducto cambia toda la posición geopolítica de Alemania, ya que el atentado entierra por mucho tiempo cualquier esperanza de reiniciar las relaciones con Rusia y recuperar el acceso al suministro de gas barato, que es la base de su industria.

Dadas las circunstancias, los políticos alemanes se quejan en privado por los precios «altísimos» de la gasolina que tiene que pagar de los llamados «países amigos«.

El ministro federal de Economía, Robert Habeck, criticó los altos precios que están teniendo que pagar para hacer traer gas licuado a Alemania.

Dice que incluso los «países amigos» a veces han exigido «precios astronómicos», dijo Habeck al diario Osnabrücker Zeitung. Dijo que es necesario seguir discutiendo para bajar los precios.

Habeck, que forma parte del Partido Verde, reclamó que “esa solidaridad -de los países de la OTAN- también sería buena para frenar los precios del gas”, enfatizó el político verde mirando a Washington.

La UE también debe “agrupar su poder de mercado y orquestar una práctica de compra inteligente y sincronizada para los estados de la UE, para que los Estados miembros no compitan entre sí y eleven los precios del mercado mundial. El poder de mercado de los estados miembros es “enorme”.

Además de sus críticas a Estados Unidos, Habeck dejó abierta la cuestión de a qué países acusaba de especulación de precios. Después de que Rusia dejó de ser un proveedor de gas crucial, Alemania importó gas principalmente de Noruega, Holanda y Bélgica, que no dudaron en desplumar a su socio en momentos de necesidad.

Las instalaciones de almacenamiento de gas de Alemania están actualmente al 90 por ciento, pero se teme que incluso si el país pasa el invierno con suficiente gas, los precios subirán a niveles insostenibles, lo que conducirá a la desindustrialización del país y a una recesión severa que podría conducir a una pérdida permanente de la prosperidad.

comentario

  1. Según Lord Ismay, quien fue el primer secretario ‎general de la OTAN, la «gran estrategia» de los anglosajones consiste en «Mantener a ‎los americanos dentro, a los rusos fuera y a los alemanes bajo tutela». ‎ Pues, en ello andan, y mientras EEUU sigue esta consigna, el Gobierno alemán está paralizado sin saber para dónde tirar. Veremos que sucederá cuando la sociedad alemana comience a hartarse de esta situación que le lleva directamente al colapso del Estado Alemán.
    Por otra parte, el analista internacional Pepe Escobar  nos recuerda: “Alemania está obligada por contrato a comprar al menos 40 mil millones de metros cúbicos de gas ruso al año hasta el 2030… Según los contratos, y aunque a Berlín no le llegue nada de gas, como por ejemplo, producto de un sabotaje, igualmente debe pagar a Gazprom”.

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