Una nueva fuente de energía menos ‘limpia’ de lo que dicen: el hidrógeno

Lo mismo que otros sectores económicos (financiero, suelo), los problemas de la energía no se pueden resolver bajo el capitalismo con cambios en las fuerzas productivas, ni en nuevas tecnologías, sino en las relaciones de producción, nacionalizando las empresas íntegramente.

La energía es el corazón de los movimientos económicos y está, además, estrechamente vinculada al imperialismo y al control político de las grandes potencias sobre los mercados mundiales. En otras palabras, para muchos países el suministro energético genera dependencia internacional. Aquellos que necesiten sacudirse esa dependencia no pueden poner todos los huevos en la misma cesta; necesitan recurrir a todas las fuentes de suministro: convencionales (carbón, petróleo, hidráulica), alternativas (eólica, fotovoltaica), e incluso nucleares.

El hidrógeno se ha incorporado a las nuevas tecnologías energéticas, aunque aún le queda un importante recorrido por delante. Los grandes bloques económicos, como la Unión Europea, se han puesto a ello después de darse un baño de realismo con las energías eólica y la fotovoltaica. Bruselas ha hecho del hidrógeno su principal objetivo y ha destinado 2.000 millones de euros hasta el año que viene para apoyar la producción de hidrógeno.

El año pasado el gobierno surcoreano destinó 267 millones de euros para apoyar el desarrollo de vehículos de pila de combustible (que producen electricidad a partir del hidrógeno) y estaciones de servicio de hidrógeno. El objetivo es convertirse en un país cabecero en la producción y gestión de este combustible.

Korea Gas ha anunciado su intención de invertir unos 3.600 millones de euros de aquí a 2030 en la construcción de 25 plantas de producción de hidrógeno y 700 kilómetros de gasoductos. En marzo de 2019 el Ministerio de Comercio, Industria y Energía de Corea del sur creó una empresa especializada, HyNet, para construir una infraestructura de carga de hidrógeno.

Una amplia penetración del hidrógeno en el sistema energético sólo puede lograrse de forma gradual, dado el desarrollo actual de las fuerzas productivas y las limitaciones económicas, industriales y políticas. El objetivo de la Comisión Europea es que el hidrógeno represente entre el 13 y el 14 por ciento del combinado energético en 2050. Eso significa que la transición llevará tiempo.

El precio del kilo de hidrógeno dista mucho actualmente de ser competitivo. Para garantizar su rentabilidad, es imprescindible reducir drásticamente este coste hasta alcanzar, en primera instancia, el obtenido con el gas natural. Ahora bien, si los precios de la energía siguen aumentando, la rentabilidad del hidrógeno se podría acelerar.

Los seudoecologistas aseguran que el hidrógeno es una fuente de energía “limpia”, lo cual sólo es cierto sólo en parte. El proceso de fabricación de hidrógeno más barato, con el estado actual de desarrollo de las fuerzas productivas, recurre al metano, un gas tan denostado como el carbón o el petróleo.

En el momento actual, las inversiones necesarias para convertir al hidrógeno en un combustible ascienden a cantidades fastuosas que sólo se pueden emprender con dinero público. Las grandes potencias se lanzan a realizar esos desembolsos como una subvención encubierta de los grandes monopolios energéticos. Gastos pública y beneficios privados.

Tales inversiones también tienen por objeto apoderarse de una nueva tecnología, naturalmente patentada, que mantenga las posiciones de dominio de las grandes potencias sobre el resto del mundo: la inmensa mayoría de países dependientes, resignados a ser calificados de “contaminantes” y “sucios”.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies

Descubre más desde mpr21

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo