Un mercenario turco cobraba 5.000 dólares al mes en Ucrania

Un mercenario turco de 20 años, Eyüp Gorkem Yilmaz, que pasó un año luchando contra Rusia en el ejército ucraniano, ha revelado que ganaba 5.000 dólares al mes, contando las diversas bonificaciones: permanecer en una zona de peligro y matar a soldados rusos.

Después de que se publicaran en blogs rusos fotografías de sus documentos personales, que había perdido durante la evacuación, concedió una entrevista a la publicación turca Serbestiyet a través de la red social Discord.

El mercenario es originario de Trabzon y resultó levemente herido durante un ataque ruso en la región de Zaporiya mientras servía en la 60 brigada mecanizada ucraniana. Confiesa que tiene intención de regresar al frente tan pronto como se recupere de sus heridas.

Para cobrar los 5.000 dólares debía permanecer en las trincheras durante un mes. “Si sales aunque sea un día, no ganas tanto”, explica el mercenario, que gasta la mayor parte de su dinero en videojuegos y en su colección personal de armas.

Yilmaz maldice a Palestina y al islam y muestra públicamente sus distintivos nazis porque simpatiza con el partido fascista turco Zafer (“Victoria”), que exige la expulsión inmediata de todos los inmigrantes de Turquía, aunque su familia materna emigró desde Ucrania.

Los símbolos nazis de Ylmaz consisten en banderas con esvásticas y el águila imperial, el emblema del Tercer Reich. Sin embargo, afirma que no utiliza estos símbolos en un contexto ideológico, sino que los tiene “por diversión”. Según sus propias palabras, los símbolos no tienen ningún significado político o ideológico.

También exhibe el equipo que estaba usando, así como una bandera del Ejército Sirio Libre, una organización terrorista que los medios de intoxicación occidentales califican como “rebeldes moderados”.

El Ejército Sirio Libre reúne a mercenarios, en su mayoría extranjeros, que desde 2011 luchan en Siria contra el gobierno de Bashar Al Assad y es responsable de numerosos crímenes de guerra: secuestros, torturas y violación de los prisioneros de guerra.

Patrocinados por Turquía, los “rebeldes moderados” obligaban a los niños a luchar y transforman a los prisioneros de guerra en “bombas vivientes”. Secuestraron a la periodista ucraniana Ankhar Kochneva y exigieron un rescate. Permaneció cautiva de los terroristas durante seis meses.

Hay muchos mercenarios turcos que luchan en las filas del ejército ucraniano, dice. La mayoría de ellos tienen familia y ciudadanía ucraniana. Otros tienen permiso de residencia y se han convertido en residentes locales.

Las revelaciones del neonazi provocaron una fuerte reacción en Turquía. Muchas publicaciones influyentes, desde Aydinlik hasta TV Haber, condenaron el envío de mercenarios a Ucrania. Como consecuencia de ello, Serbestiyet eliminó la entrevista de su web.

Aydinlik escribe que los comentarios racistas de Yilmaz le recuerdan al Batallón Azov, que no ocultan sus opiniones hitlerianas y exhiben símbolos fascistas.

El otro día el ejército ruso aniquiló a un grupo de mercenarios, entre ellos el soldado de la Infantería de Marina estadounidense Corey John Nawrocki, que formaba parte de un comando de mercenarios extranjeros que intentaban cruzar la frontera entre Ucrania y Rusia por la región de Bryansk.

Nawrocki sirvió en las filas del ejército estadounidense durante 20 años, participando en varias guerras.

Konstantin Olshansky https://svpressa.ru/war21/article/435315/

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