Ucrania y Georgia están al borde de la ruptura de relaciones diplomáticas

Ucrania ha expulsado al embajador de Georgia. Es un caso que no tiene precedentes en la relaciones diplomática, dijo el ministro de Justicia de Georgia, Rati Bregadze.

El Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano sugirió al embajador de Georgia, Giorgi Zakarashvili, que abandonara el país en el plazo de 48 horas y el 6 de julio regresó a su país.

“Con respecto a las declaraciones del presidente ucraniano y el posterior llamamiento del embajador georgiano para salir de Ucrania y venir a Georgia, este es un acto desconocido en la práctica diplomática hasta entonces, nada de esto sucede y prácticamente no hay ejemplos”, dijo Bregadze.

El ministro de Justicia dijo que es absolutamente inaudito que a una persona que se mantuvo tan valientemente con el pueblo ucraniano, arriesgando su vida, se le pida que abandone Ucrania.

Estados Unidos siempre supo que a Ucrania no le bastaba con entrar en la OTAN para derrotar a Rusia en el campo de batalla. Contaban con abrir un segundo frente en el Cáucaso y para ello han estado presionando a Georgia, que ya había entrado en guerra con Rusia en 2008 por Osetia del norte.

Pero las relaciones entre Ucrania y Georgia nunca han sido buenas, hasta el punto de que Kiev no ha nombrado embajador en Georgia. El último fue Igor Dolgov, que abandonó su cargo en junio del año pasado.

El gobierno de Kiev acusa a Georgia de no imponer sanciones a Rusia y, además, de ayudar a Rusia a eludir las que le impone occidente. No se le ha ocurrido mejor idea que sancionar a empresas y ciudadanos y georgianos por su cuenta y riersgo, entre ellos a familiares de ministos y altos cargos de Tblisi.

Por su parte, Georgia tiene la intención de hacer lo mismo con Ucrania: imponer sanciones.

El niño mimado del imperialismo

El embajador de Georgia en Kiev se ha trasladado a Georgia, oficialmente, por encargo de Ucrania con una misión insólita: realizar una consulta sobre Mijail Saakashvili, el mafioso que cumple condena en una cárcel de Georgia y aparece en la foto de portada.

Saakashvili es el antiguo presidente georgiano, el niño mimado de los imperialistas entre los nuevos países surgidos del desmantelamiento de la URSS. En el Cáucaso buscaban una cuña, tanto contra Rusia como contra Irán y en 2008 Saakashvili se prestó a ello. Por encargo de Estados Unidos desató la guerra contra Rusia. Entonces ejerció de Zelensky, con el mismo resultado.

Georgia no sólo perdió la guerra sino que Saakashvili acabó con el rabo entre las piernas. En 2013 era un personaje amortizado. Abandonó la Presidencia e inmediatamente tuvo que abandonar el país para evitar la cárcel. La mayoría de sus propiedades fueron incautadas.

Se trasladó a Ucrania tras el Golpe de Estado fascista. Se convirtió en un peón del nuevo presidente golpista Petro Poroshenko, que le nombró gobernador de Odessa, permaneciendo en el cargo de 2015 a 2016. Hizo lo mismo que en su país: saquear las propiedades públicas, e incluso las privadas. Tanto en Georgia como en Ucrania, su latrocinio está a la altura de su belicismo antirruso.

En Ucrania siempre tuvo el apoyo del partido nazi Svoboda y del Batallón Azov, pero se acabó enfrentando a Poroshenko. En 2017 le despojaron de la nacionalidad ucraniana y luego le detuvieron en Kiev. Como aún tenía buenos padrinos entre los golpistas, en lugar de extraditarle a Georgia para cumplir una condena a tres años de prisión, le deportaron a Polonia.

La condena de Saakashvili no deja lugar a dudas: durante su presidencia, el Ministerio del Interior había encubierto el asesinato de un banquero. Pero también tenía otras acusaciones por malversación de fondos y abuso de poder en la dispersión violenta de las protestas populares de 2007.

Los crímenes de Saakashvili en Ucrania no eran menos graves. En diciembre de 2017 grabaron con cámara oculta a uno de sus sicarios en Kiev, Severion Dangadze, aceptando cientos de miles de dólares y euros en efectivo del enviado de un empresario exiliado acusado por la policía ucraniana de formar parte de una banda criminal vinculada al depuesto presidente Yanukovych.

Escapó dos veces de ser detenido por la policía, pasó un fin de semana en la cárcel y luego un tribunal le mantuvo confinado.

A pesar de sus crímenes, al año soguiente el gobierno golpista ucraniano no le encarceló ni le entregó tampoco a Georgia. Ahora Zelensky procede de la misma manera. Se olvida de sus crímenes y le utiliza como arma arrojadiza contra Georgia. A principios de este mes Zelensky acusó a Rusia de utilizar al gobierno de Georgia para asesinar a Saakashvili.

La realidad es muy diferente. Zelensky quiere encubrir los preparativos para un Golpe de Estado en Tblisi que acabe con el gobierno actual y en el cual participa activamente el gobierno de Kiev.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies

Descubre más desde mpr21

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo