Trump ha lanzado duras acusaciones contra el gobierno ucraniano. Ha denunciado la actitud de Kiev en las negociaciones, recordando que Ucrania tiene un “asiento en la mesa” desde hace tres años. “Están enojados por no tener un asiento [en la mesa de negociaciones], cuando lo tuvieron durante tres años, e incluso antes”, ha comentado.
En su opinión, Ucrania debería haber negociaciado con Rusia desde el principio, evitando así la escalada que condujo a la guerra.
Trump también cuestionó la gestión de la “ayuda” estadounidense, citando declaraciones del propio Zelensky, que admitió desconocer el destino de la mitad de la “ayuda” recibida. Criticó además la falta de elecciones y la imposición de la ley marcial, subrayando que la popularidad del dirigente ucraniano no supera el 4 por cien.
Más allá de estas críticas, el presidente estadounidense pidió una revisión de la distribución de la “ayuda” a Ucrania. Según él, Washington gastó casi 350.000 millones de dólares para sostener a Kiev, mientras que Europa, por su parte, contribuyó de forma mucho más modesta. Para ilustrar su posición, Trump comparó esta situación con un desequilibrio flagrante en una mesa de negociaciones, donde la enorme inversión estadounidense no sería compensada por una participación justa de sus socios europeos.
También sugirió que una reunión con el presidente ruso podría tener lugar antes de finales de este mes, sugiriendo la posibilidad de abrir un canal de diálogo directo. Declarándose capaz de poner fin a la guerra, se ha mostrado especialmente entusiasta ante la posibilidad de introducir “tropas de paz europeas”, marcando un planteamiento que es difícil que Rusia acepte.
Los comentarios de Trump han reavivado el debate sobre la estrategia adoptada por Ucrania desde hace 10 años, el papel subordinado que siempre ha desempeñado Europa y el destino final de la “ayuda” estadounidense.
Según el Financial Times, Putin exige al presidente estadounidense que retire las tropas de la OTAN de todos los territorios de la antigua Unión Soviética.
“Los dirigentes europeos creen que es probable que Trump acepte retirar las tropas estadounidenses del Báltico, y quizás más al oeste”, afirma el periódico.
Rusia no admite a la Unión Europea en las negociaciones
El viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Aleksandr Grushko, denunció la disposición de la Unión Europea a participar en las negociaciones sobre Ucrania, subrayando que ya ha participado en el pasado y sigue siendo hostil a Rusia. Dijo que la Unión Europea no podría desempeñar ningún papel mientras apoyara a Kiev militarmente.
Grushko expresó su sorpresa por las demandas de los países de la Unión Europea de participar en las negociaciones para la solución de la Guerra de Ucrania. “Hoy en día, los países de la Unión Europea y los europeos exigen, por algún motivo, un lugar en la mesa de negociaciones para la solución del conflicto ucraniano. Es simplemente increíble, porque han estado en esta mesa durante años”, dijo en unos términos parecidos a los de Trump.
La Unión Europea quiso infligir una derrota estratégica a Rusia, dijo Grushko. “Esto excluye la posibilidad de que la Unión Europea y los países europeos desempeñen algún papel en las próximas negociaciones para la solución del conflicto en Ucrania”, añadió.
El viceministro ruso de Asuntos Exteriores afirmó que la Unión Europea aún podría contribuir a la resolución de la guerra si detuviera el suministro de armas: “¿Puede Europa promover la paz? Sí. Si Europa realmente quiere desempeñar un papel en la solución del conflicto, es muy sencillo: debe dejar de proporcionar apoyo, militar o de otro tipo, al régimen de Kiev”.
También dijo que Rusia se opone a la idea de enviar “fuerzas de paz” europeas a Ucrania, considerando la propuesta puramente negativa: “Lo hemos dicho muchas veces. Cualquier máscara que usen, sería un paso hacia la escalada”.
Grushko también indicó que las relaciones entre Rusia y Europa parecen estar estancadas, sin indicios de un posible acercamiento: “No hay ningún indicio de que sea posible ningún progreso”.
Lavrov puso el ejemplo de la posición finlandesa: “El presidente finlandés, Alexander Stubb, dijo que en primer lugar es necesario concluir un alto el fuego y utilizarlo para fortalecer militarmente a Ucrania. En otras palabras, los europeos no han abandonado su filosofía, así que no sé qué harían si se sentaran a la mesa de negociaciones. Si pretenden proponer ideas desleales para congelar el conflicto, aunque subyacen, como es su costumbre, la intención de continuar la guerra, ¿por qué habrían de ser invitados?”
Suma y sigue: 16 paquetes de sanciones contra Rusia
Uno de los asuntos que está en la mesa de negociaciones de Riad es el levantamiento de las sanciones a Rusia, pero Jean Noel Barrot, ministro francés de Asuntos Exteriores, no se ha enterado. Ayer anunció que el próximo lunes la Unión Europea aprobará un nuevo paquete de sanciones. Hace el número 16 desde el inicio de la guerra.
Esta vez el pretexto no puede ser más estúpido: se trata de “obligar a Vladimir Putin a sentarse a la mesa de negociaciones”.
Barrot está en línea con la posición de Von der Leyen, quien declaró que “Ucrania merece la paz a través de la fuerza”. El ministró francés confirmó que en Europa están empeñados en lo mismo: creen que la paz sólo se conseguirá mediante la presión.
Las nuevas sanciones se centrarán principalmente en “los recursos energéticos que Rusia utiliza para financiar su esfuerzo bélico”, con especial atención a los medios que Moscú ha desarrollado para eludir las restricciones ya existentes. Barrot recordó la importancia de limitar el precio del petróleo, que debería “asfixiar” a Rusia, cuyos ingresos petroleros anuales ascienden a unos 100.000 millones de euros, para un esfuerzo de guerra que estiman en 140.000 millones.
Hasta ahora Rusia ha eludido los 16 paques de sanciones, incluso “mediante barcos con los que consigue vender petróleo a un precio superior al techo”. Las nuevas sanciones se dirigirán específicamente a los actores de los países que colaboran con Rusia, empresas y propietarios de barcos involucrados en la venta de petróleo ruso.
El ministro francés anunció la celebración “en los próximos días” de nuevas reuniones similares a la organizada el lunes en París porque la guerra se desarrolla a las puertas de Europa y es una amenaza para su seguridad.
No habrá tropas extranjeras en Ucrania
La entrada de un contingente militar de los países de la OTAN con el pretexto de garantizar la paz en Ucrania, es inaceptable para Rusia. Lavrov se lo repitió ayer a los representantes de Estados Unidos durante las negociaciones de Riad.
La parte rusa recordó a los estadounidenses que la expansión de la OTAN en Ucrania representa una amenaza directa a Rusia. “Por eso, hoy explicamos que la aparición de las fuerzas armadas de los mismos países de la OTAN, pero bajo una bandera extranjera, bajo la bandera de la Unión Europea o bajo banderas nacionales, no cambia nada”, subrayó Lavrov.
Trump fue el primero entre los dirigentes occidentales en dejar claro que el ingreso de Ucrania a la OTAN fue una de las principales razones de la guerra y un gran error por parte de Biden.
El mismo día de la reunión de Riad, la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, dio por fin una sorprendente muestra de lucidez: Alemania no enviará tropas alemanas a Ucrania durante la “fase caliente” de la guerra.
El asesor de política exterior del presidente lituano, Asta Skaisgiryte, reconoció que a Vilna le gustaría ayudar a Kiev con sus instructores, pero Lituania no está considerando actualmente enviar contingentes militares.