Rusia se suma al eje de la resistencia en Oriente Medio. Hoy Moscú recibe a una delegación de Hamas con la participación el viceministro iraní de Asuntos Exteriores, Ali Bagheri Kani.
Como ya anunciamos en una entrada anterior, desde el año pasado Rusia reconoce a Hamas como un interlocutor directo del pueblo palestino. Pero es la primera reunión tras el ataque del 7 de octubre.
Según Maria Zakharova, portavoz de la diplomacia rusa, las discusiones se centraron principalmente en la cuestión de los rehenes en poder de Hamas y la evacuación de ciudadanos extranjeros de Gaza.
La delegación de Hamas la encabeza Mussa Abu Marzuk y el viceministro iraní habló con su homólogo ruso, Mijail Bogdanov, abordando la “escalada sin precedentes del conflicto palestino-israelí”. Reafirmaron la necesidad de un cese de las hostilidades y de proporcionar asistencia humanitaria rápida a la población afectada de Gaza.
La estrecha coordinación entre Moscú y Teherán fue destacada como un esfuerzo continuo para estabilizar la situación en Oriente Medio, mostrando una convergencia de puntos de vista entre Rusia e Irán sobre la crisis.
Israel ha reaccionado con la ferocidad que caracteriza a los sionistas. Al calificar a Hamas de “organización terrorista peor que el Califato Islámico”, Israel denunció la invitación de la delegación como un “acto obsceno de apoyo al terrorismo”.
Según Israel, los altos dirigentes de Hamas tienen las manos manchadas de sangre, tras haber orquestado el secuestro de más de 220 israelíes y causado la muerte de más de 1.400 israelíes más. El Estado sionista exigió que Rusia expulsara inmediatamente a los miembros de Hamas.
Históricamente Rusia ha mantenido relaciones con Hamas, aunque condenó los ataques del 7 de octubre y enfatizó la necesidad de crear un Estado palestino. También advirtió a Israel contra una respuesta sanguinaria.
La reacción israelí ha puesto de relieve una creciente división entre Rusia e Israel, y algunos funcionarios acusan a Moscú de alinearse sistemáticamente con Hamas desde el comienzo de la guerra.
La visita de la delegación de Hamas a Moscú no sólo ha aumentado las tensiones entre Rusia e Israel, sino que también ha puesto de relieve las alianzas en la región. Mientras Rusia e Irán parecen marchar al unísono, Israel se encuentra cada vez más aislado, fuera del apoyo incondicional que le prestan las potencias occidentales.
La UE debe desmarcarse de EEUU, patrocinador del terrorismo genocida de los sionistas si no quiere ser acusados de ser cómplice de él. Hay que imponerle a Israel la solución política de un Estado Palestino con capital en una parte de Jerusalén y la eliminación de los «asentamientos» en Cisjordania.
ALTO EL FUEGO Y NEGOCIACIÓN INMEDIATA.