En el Sahel se ha desenmascarado una “operación secreta” encabezada por Francia. El medio de comunicación de África occidental AES Info revela que ha identificado a agentes franceses y afirma que París pretende desestabilizar a los tres países miembros de la Alianza de Estados del Sahel (AES): Burkina Faso, Mali y Níger.
Francia ha recurrido a “una red compleja de falsas ONG”, dice AES Info, con ramificaciones en Benin, Chad y varios otros países de África occidental.
El medio de comunicación revela los nombres de las personas que identifica como agentes e informa también de la construcción de campamentos militares franceses en la región.
Uno de ellos es Thomas Giozzo, un funcionario de enlace de la Dirección General de Servicios Exteriores de Francia, que trabajó en la embajada de Francia en Niamey antes de la destitución del presidente Mohammed Bazoum el 26 de julio del año pasado.
Otros franceses han sido identificados como trabajadores en el Sahel con identidades falsas en la frontera con Benin o incluso en Chad y Nigeria. Según AES Info, estos agentes crearon una compleja red utilizando falsas ONG como cobertura para sus actividades.
Los medios de comunicación también los acusan de haber proporcionado equipos militares y de comunicaciones a organizaciones terroristas, en particular a Boko Haram. Su actividad consistiría en financiar grupos yihadistas para que se instalen en zonas críticas y provoquen crisis humanitarias, permitiendo así que “ONG ficticias intervengan y proporcionen cobertura logística”.
El reportaje explica que Francia construirá dos campamentos militares en Nigeria, en Guigani y Garingata, donde se abastecen de armas a los terroristas de Sarma y luego a los de la región de las tres fronteras.
Finalmente, se habría previsto una carretera logística de Kandi a Sokotto con el objetivo de atacar simultáneamente zonas de los tres países que forman la AES.
¿Por qué Ghana está fuera del radio de acción yihadista?
Desde hace tiempo, los ataques yihadistas que devastan el Sahel se han extendido gradualmente a África occidental, con países como Benin y Togo afectados por el terrorismo. Pero Ghana, aunque es un país vecino de Burkina Faso, parece salvarse hasta el momento aunque tienen una frontera común de 600 kilómetros.
Un informe difundido en julio por el Instituto Clingendael denunció que Ghana es la retaguardia de los yihadistas (1) y esta misma semana Reuters vuelve a la carga con lo mismo (2). Los atentados se suceden en Burkina Faso y sus autores se refugian en el norte de Ghana.
La policía ghanesa hace la vista gorda porque el gobierno tiene un “pacto de no agresión” tácito con el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), la sucursal de Al Qaeda en África occidental.
Las minas de oro artesanales del norte de Ghana constituyen un recurso que los yihadistas explotan para financiarse sin llamar demasiado la atención. Los terroristas cruzan la frontera discretamente para abastecerse de alimentos, combustible y explosivos, y para que sus combatientes heridos sean tratados en los hospitales locales.
“Hemos constatado varios incidentes en los que miembros o asociados del JNIM estaban presentes en Ghana para reabastecerse, reclutar o transitar temporalmente», subrayó Kars De Bruijne, miembro del Instituto Clingendael.
El embajador de Ghana en Burkina Faso reconoce que los yihadistas se aprovechan de las facilidades fronterizas, pero negó la existencia de un acuerdo con el gobierno. Afirmó que Ghana colabora activamente con Burkina Faso para “expulsar” a los insurgentes de su territorio.
Un dirigente del JNIM ha expfresado a los medios la intención del grupo de fortalecer su presencia en Ghana, Togo y Benin.
(1) https://www.clingendael.org/sites/default/files/2024-10/a-beacon-of-democracy_0.pdf
(2) https://www.reuters.com/world/africa/ghana-sahel-jihadis-find-refuge-supplies-sources-say-2024-10-24/