Medio millón de franceses desinstala la aplicación de rastreo de los contactos de sus móviles

Nueva
York, Noruega y Alemania tuvieron dificultades para lanzar sus
programas de rastreo de contactos a través del móvil. En Nueva York, un
ejército de 3.000 personas luchó para obtener información de una
población de pacientes reticentes. En Noruega, las objeciones a un
organismo de vigilancia de la intimidad de los datos, combinadas con
bajos niveles de uso, llevaron al abandono provisional del proyecto.

Salvo
en España, las aplicaciones de rastreo de contactos son muy
controvertidas, ya que violan los derechos fundamentales al reunir datos
personales, mientras que sirven muy poco por descubrir infecciones
tempranas, ya que las infecciones que implican encuentros transitorios
aleatorios con pacientes asintomáticos son relativamente poco
frecuentes.

Hoy los burócratas franceses de la salud pública se
enfrentan a un problema similar, ya que la nueva aplicación telefónica
para el seguimiento de los casos de coronavirus sólo ha alertado a 14
personas del riesgo de infección desde su lanzamiento hace tres semanas,
según el Ministro de Asuntos Digitales de Francia, mientras que casi
medio millón de usuarios han optado por desinstalar la aplicación de sus
móviles.

La aplicación francesa, llamada StopCovid, lleva un
registro de los usuarios que han estado muy cerca unos de otros durante
un período de dos semanas. Si uno de ellos está infectado, informa a la
plataforma, que alerta a los demás.

Los burócratas franceses han
defendido la aplicación como un instrumento esencial para frenar la
difusión del coronavirus, aunque los críticos han expresado su
preocupación por la confidencialidad de los datos.

Desde su
lanzamiento, 68 personas han informado a la plataforma de que han sido
infectadas y sólo 14 usuarios han sido advertidos de que han estado en
contacto con un apestado.

Los ministros del gobierno han
defendido la aplicación, alegando que su falta de utilidad se debía a
que la epidemia en Francia prácticamente se había detenido. Ya se han
desinstalado 460.000 usuarios, con lo que sólo quedan 1,5 millones de
usuarios en todo el país, que tiene una población de unos 67 millones.

El
gobierno pagará unos 80.000-120.000 euros mensuales por gastos
relacionados con la aplicación, como el alojamiento y el desarrollo,
pero esos gastos podrían aumentar con el nuevo brote que necesitan para
posteriores alarmas.

Gran Bretaña abandonó su propio plan de
aplicación de rastreo de contactos hace unos meses, cuando aparecieron
grandes fallos en las pruebas, causando una protesta pública.

https://www.aubedigitale.com/un-demi-million-dutilisateurs-desinstallent-lapplication-francaise-de-tracage-des-contacts-car-elle-ne-parvient-pas-a-interesser-les-utilisateurs/

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