Los tanques que la OTAN envió a Ucrania no están adaptados a una guerra intensiva

Las estrategias y equipos militares utilizados en la Guerra de Ucrania se analizan con microscopio en las academias militares. Uno de los temas más debatido es la falta de eficacia de los blindados occidentales, en los que había depositadas muchas esperanzas.

Este equipamiento, aunque sofisticado, no está adaptado a la intensidad del enfrentamiento. Las estadísticas ucranianas indican que menos del 5 por cien de los tanques destruidos lo fueron por otros tanques. La mayoría de las pérdidas provienen de minas, artillería, misiles antitanques y drones. La sofisticación ya no es el criterio principal en el campo de batalla.

Taras Chmut, un analista militar ucraniano, dijo al Wall Street Journal que comparte esta opinión (*). Responsable de una fundación (Come Back Alive) que ayudó a equipar a Ucrania desde el lanzamiento de la ofensiva, cree que los vehículos blindados occidentales, aunque diseñados para enfrentamientos con fuerzas como las de la OTAN y la antigua Unión Soviética, tienen dificultades para responder a los desafíos actuales de la Guerra de Ucrania. “Si se comprometen estos vehículos blindados a una ofensiva importante, no resistirán”, dice, sugiriendo que Ucrania debería favorecer equipos más simples, pero en mayores cantidades.

En las batallas no sólo importa la calidad, sino también la cantidad. A pesar de ello, Ucrania sigue demandando equipamiento militar avanzado y Zelensky critica rutinariamente a sus amos occidentales por el lento ritmo de las entregas de armas.

Un informe del Instituto Kiel también destaca la considerable brecha entre las promesas de ayuda y la realidad de las entregas. Por eso Ucrania busca soluciones alternativas. El ministro de Defensa, Rustem Umerov, empieza a hablar de priorizar la producción local, insistiendo en que “todo lo que se pueda producir localmente debe serlo”. Estos esfuerzos reflejan un deseo de autonomía frente a un apoyo internacional que en Kiev siempre consideran insuficiente.

Lo mejor de la OTAN, la propaganda intensiva, también está fallando, como se demostró recientemente, cuando los altavoces divulgaron la muerte del almirante ruso Viktor Sokolov durante un ataque ucraniano contra Sebastopol. Ucrania anunció su muerte y Rusia lo mostraba por la televisión sano y salvo.

Es un ridículo mediático, otro más para añadir a la colección de esta guerra.

(*) https://www.wsj.com/world/drones-everywhere-how-the-technological-revolution-on-ukraine-battlefields-is-reshaping-modern-warfare-bf5d531b

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