‘Los rusos no nos tienen miedo’: los sabotajes cibernéticos de Estados Unidos a la red eléctrica rusa

Estados Unidos intensifica las incursiones digitales en la red eléctrica rusa. Los defensores de una estrategia más agresiva dicen que se planificó desde hace algún tiempo. La operación implica riesgos significativos de una escalada de la Guerra Fría Digital entre Washington y Moscú. Aunque ha estado en marcha desde al menos 2012, la estrategia estadounidense es más ofensiva, con la instalación de aplicaciones piratas potencialmente paralizantes en el corazón de la red rusa de una forma agresiva como nunca se había visto hasta la fecha.

El jefe del Mando Cibernético de Estados Unidos define el ataque a la red rusa (que afecta a todo, desde el suministro de agua, los servicios médicos y el transporte hasta el control de armas nucleares), como una defensa preventiva porque “no nos tienen miedo” (1).

En Estados Unidos saben que juegan con fuego y se pueden quemar. “Puede que tengamos que arriesgarnos a que nos rompan algunos huesos… A veces tenemos que aceptar que nos sangre la nariz para que no nos disparen en la cabeza más tarde”. Por supuesto, son las referencias metafóricas que hacen en Washington a una guerra nuclear.

En este tipo de asuntos Trump pinta menos que nada; ni siquiera le han informado sobre la colocación de “implantes” en la red eléctrica rusa porque podría ordenar su cancelación o discutirlo con mandatarios extranjeros. De hecho, Trump publicó un mensaje alocado cuando leyó el artículo del New York Times.

No hace mucho tiempo los liberales de la corriente mayoritaria y el propio New York Times se habrían indignado por las revelaciones acerca de unos ”implantes digitales” instalados en Rusia sin autorización del Presidente. Ahora ya no hay protestas, ni de los liberales, ni de los demócratas, ni de otras fuerzas convencionales.

Sin embargo, el significado político de todo esto parece bastante claro. Las filtraciones del New York Times y la publicación del artículo llegaron en un momento en el que Trump preparaba una entrevista con Putin aprovechando la reunión del G-20 en Japón (2).

La cumbre entre Eisenhower y Jruschov, que estaba programada para celebrarse en París en 1960, tuvo que ser cancelada cuando un avión espía estadounidense fue derribado sobre la Unión Soviética, un vuelo intrusivo aparentemente no autorizado por el Presidente Eisenhower.

Hoy el sabotaje del gatillo parece repetirse de nuevo. El partido belicista de Washington, entusiasta de la Guerra Fría, está en acción. En repetidas ocasiones Trump ha visto frustrados sus intentos de relajar las relaciones con Moscú, principalmente por las desacreditadas acusaciones del “Russiagate”, que siguen siendo apoyadas por el partido de la guerra, a pesar de la evidente falta de pruebas.

La distensión con Rusia siempre ha sido una búsqueda política marcada por una oposición feroz y una crisis. Ningún presidente estadounidense puede lograrlo sin el amplio apoyo de ambos partidos, del que claramente carece Trump.

(1) https://www.nytimes.com/2019/06/15/us/politics/trump-cyber-russia-grid.html
(2) https://www.thenation.com/article/washingtons-dr-strangeloves/

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