“Resaca”, “dolores por todas partes”, dolor de cabeza, fiebre: los voluntarios que han participado como cobayas en la nueva vacuna contra el coronavirus desarrollada por Pfizer y Biontech han descrito las sensaciones desagradables que han experimentado tras la administración.
Más de 43.000 personas de seis países participaron en la tercera fase de las pruebas de la vacuna desarrollada por el gigante farmacéutico estadounidense Pfizer y la empresa alemana Biontech. Algunos de ellos han informado de sus efectos secundarios.
Unos se quejan de dolores de cabeza, fiebre y “dolores por todas partes”, como en el caso de una mujer de 45 años que vive en Missouri.
Otros, como un vecino de Austin, Texas, compararon la sensación después de la vacunación con “una mala resaca”. Las cobayas, sin embargo, dijeron que estaban orgullosos de formar parte del experimento.
La nueva vacuna se probó a ciegas. Los participantes no sabían si estaban siendo vacunados o recibiendo placebo.
El 9 de noviembre Pfizer y su socio alemán anunciaron en un comunicado de prensa los resultados positivos de su vacuna después de las pruebas de fase 3.
Las dos empresas dijeron que hasta el momento no habían encontrado problemas de seguridad serios con la vacuna candidata y que planeaban solicitar la aprobación de emergencia de Estados Unidos a finales de este mes. Los investigadores estiman que la vacuna tiene una eficacia superior al 90 por ciento.
“Creemos que es un paso significativo para el mundo en nuestra batalla contra el Covid-19”, dijo Albert Bourla, presidente de la multinacional, en una declaración.
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