Los clientes tendrán que entregar sus datos personales cuando consuman en el interior de bares, restaurantes y cafeterías de Baleares. En el caso de que haya un caso positivo de coronavirus en un local, la sanidad autonómica requerirá esa información al establecimiento en cuestión, que estará obligado a entregarla; concretamente la correspondiente a la franja horaria en la que ha estado la persona que ha dado positivo.
Este delirio no tiene ningún límite, porque la PCR no tiene cronómetro. No hay forma humana de saber ni dónde ni cuándo se ha contagiado nadie (si es que se ha contagiado).
El conseller Iago Negueruela ha precisado que este registro que se deberá guardar durante 30 días para facilitar el rastreo en caso de que se produzca un contagio de coronavirus. Desde esta Conselleria han asegurado que aún no se ha concretado la documentación que se tendrá que facilitar, pero la intención es que sea el nombre y el DNI; además, el local tendrá que registrar el número de mesa y la hora en la que ha estado cada cliente.
Además, ha anunciado que estos negocios tendrán que instalar medidores de la calidad del aire. La próxima semana se concretarán las fechas concretas de implantación de estas medidas.
El conseller ha remarcado la importancia de instalar medidores de partículas de CO2, accesibles a toda la clientela, y ha puntualizado que tendrán que mostrar en todo momento el estado de pureza del aire. Esta medida irá acompañada de sistemas de ventilación natural siempre que sea posible. Pese a estas medidas, ha manifestado que se recomienda consumir en los exteriores de los establecimientos, siempre que sea posible.
El conseller se ha comprometido a aprobar una convocatoria de ayudas para cofinanciar el coste de la adquisición e instalación de estos sistemas de purificación, y ha precisado que durante la semana que viene se acabarán de cerrar los detalles de la convocatoria. Se prevé poder llegar en torno a los 5.500 beneficiarios.
El conseller ha realizado estas declaraciones tras la reunión que, junto a la presidenta Francina Armengol, ha mantenido con representantes de patronales del sector de la restauración y los sindicatos para acordar nuevas medidas para desmantelar el sector hostelero de Baleares.
Ni la GESTAPO en sus mejores tiempos llegó a tanto.