En Alemania, y en toda Europa en general, es más importante la cuenta corriente que el saldo. Aunque no tengamos dinero en ellas y aunque no tengamos otros papeles más que ese, las personas deben tener una cuenta abierta en un banco.
Esto contradice de plano las teorías neoliberales tan en boga hasta hace poco, lo cual genera un montón de dudas. ¿Por qué el Estado obliga a las personas a abrir una cuenta en un banco?, ¿por qué obliga a los bancos a contratar con clientes indigentes? Si un refugiado no tiene papeles, ¿cómo acredita su identidad ante el banco?, ¿a qué domicilio envía el banco los recibos y extractos de cuenta?
La ley contempla la implantación de una cuenta corriente básica de depósito que podrá abrir cualquier persona, incluso aunque no se encuentra de forma legal en la Unión Europea. La cuenta se podrá abrir en cualquier banco.
No tener una cuenta bancaria genera muchos problemas en la vida cotidiana en Europa. Para renovar el documento de identidad o comprar un billete de tren, autobús o avión hay que tener una cuenta.
El que carece de cuenta bancaria no tiene ninguna posibilidad en el mercado laboral. También es un problema para mucha gente alquilar una vivienda sin tener una cuenta.
La cuenta bancaria para todos es “un paso central para que toda la gente en Alemania pueda participar en la vida social y económica”, anunció el ministro alemán de Justicia, Heiko Maas.
El siguiente paso es obligar al banco a mantener un saldo mínimo en ella de manera permanente. Por ejemplo, unos 2.000 euros para gastos corrientes.
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