Las ‘zonas de influencia’ ya no son territorios sino tecnologías punteras

En la actualidad las “zonas de influencia” ya no son territorios sino tecnologías punteras. Estados Unidos está reforzando el bloqueo comercial para frenar el ascenso de China en sectores estratégicos y, a su vez, China responde invirtiendo masivamente en su propia capacidad de producción para reducir su dependencia. Entre esas “zonas de influencia” están los semiconductores y la inteligencia artificial.

Durante mucho tiempo Estados Unidos ocupó una posición dominante en esos sectores gracias a empresas como Nvidia y AMD. Ahora China acelera sus esfuerzos para desarrollar su propia tecnología, a pesar de los intentos de bloqueo.

Frente a las restricciones impuestas por Estados Unidos, Huawei ha optado por acelerar su autonomía en materia de chips dedicados a la inteligencia artificial. Privada del acceso a los productos Nvidia, la empresa china lanzó el 910C, un chip compuesto por dos 910B, capaz de alcanzar alrededor del 60 por cien del rendimiento de inferencia del H100 de Nvidia. Aunque aún está por debajo de los estándares estadounidenses más altos, es una clara ruptura con la dependencia tecnológica del pasado.

Este avance se produce en un contexto de fuerte demanda interna de equipos de inteligencia artificial y de unas empresas chinas a las que se les está cerrando el acceso a los mercados occidentales. Se espera que las primeras unidades del 910C se entreguen ya en mayo, mientras que un nuevo modelo, el 920B, ya se está preparando para finales de año. China intenta construir una infraestructura propia capaz de soportar el crecimiento de la inteligencia artificial sin recurrir a la tecnología estadounidense.

Empresas como iFlytek están aprovechando al máximo esta oportunidad. Apoyándose exclusivamente en procesadores Huawei, iFlytek afirma haber desarrollado su modelo Xinghuo X1, posicionado como equivalente a los modelos de referencia de OpenAI y DeepSeek. Hace unos años, los chips chinos representaban sólo el 20 por cien de la potencia de Nvidia; hoy alcanzarían el 80 por cien, un progreso rápido y asombroso.

El bloqueo estadounidense, impuesto para frenar el avance tecnológico chino, ha desencadenado todo lo contrario. Ha acelerado la investigación y el desarrollo local. La reciente decisión de exigir a Nvidia obtener una licencia para exportar su chip H20 a China, pese a que tenía prestaciones más reducidas que los últimos modelos estadounidenses, corre el riesgo de costarle a la empresa 5.500 millones de dólares en ingresos. La prohibición refuerza la necesidad de que las empresas chinas recurran a soluciones autóctonas.

El caso de iFlytek demuestra que China no sólo fabrica alternativas, sino que reconstruye un sector industrial completo capaz de soportar el entrenamiento de los grandes modelos de lenguaje (LLM) sin dependencias externas. La cooperación entre iFlytek y Huawei ilustra una estrategia mundial: superar el bloqueo y estimular una industria local dinámica y competitiva.

Si Huawei y otras empresas locales logran cerrar la brecha tecnológica con sus homólogos estadounidenses, China podría convertirse no sólo en un mercado de consumo, sino también en un centro puntero de fabricación e innovación en inteligencia artificial.

El efecto dominó podría ser considerable. Surgirían empresas emergentes en torno a la oferta tecnológica china, se fortalecerían las alianzas regionales en Asia y los países que tradicionalmente dependen de Estados Unidos para sus necesidades de inteligencia artificial podrían considerar otras alternativas. Esta dinámica abre la puerta a un futuro en el que el dominio estadounidense sobre las tecnologías de vanguardia será cada vez menor y en el que muchos países van a poder recurrir a China para escapar de las presiones estadounidenses.

El caso iFlytek

iFlytek no es una empresa tan conocida como Huawei o Tiktok. Es una tecnológica china fundada en 1999, dedicada al desarrollo de tecnologías de procesamiento de voz y lenguaje, con aplicaciones en telecomunicaciones, educación, salud y automóviles.

En 2023 creó un modelo de lenguaje grande (LLM) llamado Spark para aplicaciones como traducción, transcripción y asistentes virtuales.

Ofrece aplicaciones informáticas de traducción inteligente, grabadoras de voz, cuadernos inteligentes (AINOTE Air 2) y plataformas de aprendizaje de idiomas. También proporciona sistemas de inteligencia artificial para ayuntamientos, bancos y grandes empresas.

Tiene servidores en Singapur, Dubai y Frankfurt y colabora con empresas como Huawei y China Mobile, su principal accionista.

En octubre de 2019 el Departamento de Comercio de Estados Unidos incluyó a la empresa en la lista negra. Las empresas estadounidenses no pueden realizar negocios con iFlytek sin una autorización especial de la Casa Blanca, lo que limita significativamente su capacidad para adquirir tecnología, chips o servicios de empresas de Estados Unidos.


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