Las burdas técnicas del montaje policial

Cuatro policías del FBI que se hicieron pasar por miembros del Califato Islámico comenzaron a chatear en línea con Humzah Mashkoor cuando tenía 16 años y unas semanas después de cumplir los 18 fue detenido por “terrorismo”.

A Mashkoor le habían diagnosticado una discapacidad intelectual y acababa de pasar el control de seguridad del Aeropuerto Internacional de Denver cuando le detuvieron.

En el momento de la detención, el joven estaba leyendo “Diario de un niño debilucho”, un libro escrito para estudiantes de escuela primaria.

Había viajado al aeropuerto el 18 de diciembre para viajar a Dubai y luego a Siria o Afganistán, dentro de un fabuloso complot del FBI para unirse al Califato Islámico que, como tantas otras policías del mundo, organiza este tipo de montajes para justificarse a si mismo.

El viaje fue impulsado por más de un año de intercambios de mensajes en línea que comenzaron cuando Mashkoor tenía 16 años con cuatro personas que creía que eran miembros del Califato Islámico.

Según el Departamento de Justicia, los cuatro maderos del FBI eran, en realidad, policías encubiertos, pero, a consecuencia de sus charlas con la policía, el joven está acusado de un delito muy grave por “intentar proporcionar apoyo material a una organización terrorista”.

En una audiencia inicial, los familiares dijeron que Mashkoor, que había cumplido 18 años unas semanas antes de la detención, tenía dificultades intelectuales y le habían diagnosticado autismo. A pesar de reconocer el apoyo familiar de Mashkoor y su corta edad, el juez le envió a la cárcel a la espera del juicio.

Lo mismo que los policías, en sus resoluciones el juez tampoco muestra mucha perspicacia: “El Tribunal no ha perdido de vista el hecho de que el Sr. Mashkoor es un joven que puede tener una enfermedad mental y al que se le ha diagnosticado un autismo de grado alto. Está claro que cuenta con un apoyo familiar considerable”, dijo el juez. “Pero basándose en las evidencias, no hay ninguna seguridad razonable de que el tribunal pueda atribuir simplemente todo esto a que el acusado era joven”.

Los policías detectaron por primera vez las conversaciones en línea de Mashkoor en noviembre de 2021. Pero en lugar de avisar a su familia, simularon ser sus amigos y le provocaron hasta que se convirtió en adulto a efectos judiciales.

El montaje es característico de las acusaciones de “terrorismo” basadas en operaciones encubiertas. Ocurre en todo el mundo. No hay más que esperar a que el adolescente cumpla los 18 años y a que cualquier juez convalide las charlas inofensivas de un autista.

—https://theintercept.com/2024/01/10/fbi-sting-isis-autistic-teen/

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