La pitada

Nicolás Bianchi

Esta vez no han podido «invisibilizar» la, como ellos mismos titulan, «monumental pitada» (xiulada, en catalán; txistu egin, en euskera) al himno español en la final de Copa disputada en el Nou Camp de FC Barcelona (con Franco había que decir «CF» igual que «Atlético» y no Athletic de Bilbao) y es que, en los últimos siete años ha habido tres finales de Copa entre bilbaínos y barceloneses, un mal trago, sin duda, para los españolazos que, nomás abren el pico, generan más independentistas («separatistas», en su jerga) a mogollón. Hasta los telediarios de TVE abren con esta noticia para, a continuación, decir que la Comisión Antiviolencia (¿qué será eso?) va a estudiar «la cosa» y poner sanciones económicas… ¿a quién? ¿al club? ¿a las aficiones vasca y catalana? Como dice Artur Mas, nacionalista burgués a quien el nacionalismo español más burro, lerdo y montaraz,  le convierte casi en un burgués revolucionario de la época de la Revolución francesa, «ridículo», algo que sólo consigue el efecto bumerán (boomerang), es decir, escupir al aire para que te caiga encima el esputo, el lapo.

Y es que no espabilan, no aprenden, son como niños malcriados en las ubres del franquismo, como Esperanza Aguirre, que decía Manuela Carmena sin mucho entusiasmo, la verdad, esta menchevique conciliadora, pero apuntó bien, vaya, que no se diga de nosotros que tenemos cartolas y orejeras. Toda la prensa generalista y deportiva, emisoras de radio, «progres» o fachas o mediopensionistas, han coincidido en decir que la pitada, el pitadón monumental, ha sido «una falta de respeto», una falta de educación al himno español, a la «Marcha Real» propia de los Borbones, que no del pueblo español, que esto bien que se lo callan, como también callan, igual ni lo saben, otra pitada que hubo ¡en 1925!, en plena Dictadura de Primo de Rivera contra ese himno en Las Corts, como se llamaba entonces el estadio del Barcelona (situado en otro sitio que el actual).

Como no pueden meter en el trullo a todos los «pitantes», que es lo que les gustaría, han decidido ponerse estupendos y decidir que los que pitan son gente maleducada que no sabe respetar un himno «de todos los españoles», o sea, una cuestión de pedagogía y didascalia (si no meto un palabro raro, reviento), de gente con mal carácter y nada fina cuando no de mal vino, y no como ellos, gente con talante, sportsman, de estirpe, buena y alta cuna y… demócratas. Gente de clase, vaya. Y no la chusma de las gradas del estadio culé. Pedir que se pregunten por qué se pita, ¡¡tres veces en siete años!!, repito, el himno antiespañol, que sería lo más apropiado decir, sería, dirían estos delincuentes del periodismo, mezclar «deporte y política». No es que sean incapaces de analizar las cosas -bueno, algún Roncero desbocado y bocazas sí habrá- o no ver el por qué de lo que pasa y el por qué de las pitadas, simplemente ocultan la raíz del problema, lo silencian, o, si resulta ya problemático, manipulan y deciden que es una cuestión de educación, o sea, de parvulitos, de que la plebe no saca buenas notas, o sea, para septiembre. Son, ya lo dije, delincuentes porque mienten a sabiendas. Y fatxas porque ya están pensando en sanciones, que es lo único que saben hacer como solicita el exdirigente de Fuerza Nueva Tebas que dirige la Liga de Fútbol Profesional. Pitadas elocuentes que dicen más que todo el discurso dominante de estas gentecillas que sólo saben robar y darse la gran vida hasta el día menos pensado…

comentarios

  1. ¡Coño, tú, que casi me rompen el tímpano esos delincuentes! Tuve que quitarme los auriculares. ¡Por mí está bien!; ¡que los sancionen!
    ¡Y ese Roncero que mencionas!: ¿Acaso algún asno?

    1. Tomás Roncero,un periodista (?) deportivo fanático -así se autodefine- del Real Madrid al que dan cancha en canales y diarios deportivos a sus payasadas en este circo que es el planeta fútbol.
      N.B.

  2. Los que habláis de libertad de expresión a raíz de la pitada al himno. Os voy a dar unos ejemplos para argumentaros porque no estoy de acuerdo. Entendéis entonces que en un acto de podemos se presente un grupo de falangistas y abuchee sin parar, ejerciendo su libertad de expresión. De igual manera que defenderéis que un grupo de activistas de la PAH se meta a reventar un mitin del PP. O que la policía se infiltre en manifestaciones y la lie.
    También compartireis que yo ejerciendo mi libertad de tránsito por el territorio nacional vaya a fiestas patronales de algún municipio vasco o catalán y suene el himno de la comunidad o que la bandera ondee (no símbolos independentistas, símbolos de las comunidades) y yo me ponga a pitar. Lo normal sería que la gente pensara si no quieres escuchar el himno no vengas a esto. Pues eso pienso yo de los que vais a la copa del rey, si sabéis que va a sonar el himno y lo odiais, porque no os quedáis en casa? Ahí os lo dejo hermanos.

    1. Primero, alguien como tú que no sabe diferenciar al opresor del oprimido y al verdugo de su víctima, alguien que confunde la libertad del preso con la del carcelero, alguien que equipara o compara al de arriba con el de abajo, parece bastante perdido.

      Segundo, la gente que va un campo de fútbol va a ver jugar a dos equipos y paga un dinero por ello. No va a ver al rey, ni a escuchar un himno, ni paga por ello. Es algo que le imponen. Por el contrario, la gente que va un mitin del PP o de Podemos o de la PAH no paga por ello. Entonces quien ejerce su libertad de expresión es el PP, Podemos o la PAH. Los demás van a escuchar… o a impedir que los demás escuchen.

      Busca algún otro ejemplo para defender tu criterio… si es que tiene defensa posible (que creo que no).

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