El fracaso de la contraofensiva de Kiev debe mucho a las instalaciones rusas y a la llamada línea Surovikin, según Amin Hteyt, general libanés retirado. Los asaltos ucranianos han fracasado por este sistema sin precedentes, que combina posiciones fortificadas y defensas móviles.
La línea se compone tanto de puntos de defensa como de ataque, lo que cogió por sorpresa a los atacantes ucranianos y «sembró el pánico» en sus filas, explica el experto militar.
“Esta línea tiene un método de defensa sin precedentes y único en la historia; se basa en un plan secuencial que tiene en cuenta todos los posibles ataques y acciones del enemigo […] La línea se basa en una defensa constante y móvil al mismo tiempo. Es eficaz no sólo en zonas fortificadas, sino que también ofrece ventajas en términos de tiro y apoyo a las tropas cuando se mueven en profundidad”, según Hteyt.
El sistema Surovikin también permite desplegar una intensidad de fuego constante que impide al adversario abrirse paso. La movilidad y la adaptabilidad de las diferentes líneas también constituyen una ventaja significativa.
“La línea también se caracteriza por un nivel de intensidad de fuego sin precedentes y la capacidad de moverse en tres direcciones a la vez. Esto ha permitido destruir a las fuerzas ucranianas en varios puntos. No hay posibilidad de ruptura, ya que todas las líneas existentes se adaptan a la ofensiva y la contienen con extrema eficacia”, explica Hteyt.
Los observadores destacan la solidez de las líneas rusas desde el comienzo de la contraofensiva ucraniana. La región de Zaporiya está comandada por Alexander Romantchuk, responsable de la concepción de la moderna doctrina defensiva rusa.
Fue precisamente en el eje de Zaporiya donde las tropas ucranianas hicieron sus primeros esfuerzos de contraofensiva, sólo para ser brutalmente rechazadas. El ejército de Kiev ha abandonado sobre el terreno tanques Leopard alemanes y tanques Bradley estadounidenses.
Recientemente el Wall Street Journal destacó la superioridad aérea de Rusia para frenar los intentos ucranianos. En particular, las tropas rusas utilizan helicópteros equipados con misiles de largo alcance para atacar objetivos terrestres, lo que les da una ventaja temporal en el frente sur, admiten los servicios de inteligencia británicos.