Mezquita de Prístina alimentada con energía solar |
Ayer la periodista Carlotta Gall escribió un reportaje (*) en el New York Times analizando la manera en que Kosovo fue transformado en una terreno fértil para el Califato Islámico, empezando por los rezos en una mezquita de Prístina, la capital de Kosovo, no lejos de una estatua erigida a la memoria del presidente Bill Clinton, el creador del Estado fantoche de Kosovo.
Hoy Kosovo tiene 800 mezquitas, de las que 240 se han construido tras la guerra con dinero saudí. Desde hace 17 años son los centros de difusión del wahabismo en Europa, tras la “liberación” de Kosovo de la “tiranía” serbia.
En España los tertulianos y otros cretinos hablan de “radicalización” del islam como si hubiera llovido del cielo. Pero a lo largo de la historia los islamistas kosovares siempre convivieron pacíficamente con sus vecinos. Durante 500 años los kosovares vivieron bajo el Imperio Otomano, que difundió en la región la escuela hanafita, una versión tolerante del islam, que toleró y fue tolerada.
Ahora la situación ha cambiado, aunque de una manera que no tiene nada de espontánea. Hoy Kosovo sigue estando sostenido por los mismos funcionarios del imperialismo que desencadenaron la guerra, ante cuyas narices la antigua escuela hanafita ha sido sustituida, lo mismo que en otras comunidades de Europa, por el yihadismo.
Con una población de 18 millones de habitantes, Kosovo tiene el mayor porcentaje de yihadistas de Europa. En los dos últimos años, cuenta Gall, la policía ha identificado a 314 kosovares, de los cuales dos son kamikazes, 44 mujeres y 28 niños, que han viajado al extranjero para unirse al Califato Islámico.
A través de un laberinto de predicadores, redes caritativas y sociedades secretas, a lo largo de Kosovo los saudíes han creado, como en otros países del mundo, un cierto tipo de islam político, con el visto bueno de Estados Unidos, de la Unión Europea, la ONU y un sinfín de organismos internacionales.
El 20 de mayo se celebró un primer juicio contra las organizaciones yihadistas kosovares. La policía de Kosovo acusó a 67 personas de dirigir esta red y ya ha detenido a 14 imanes y a 19 sociedades islámicas por “acciones contra la Constitución”, incitación al odio y reclutamiento terrorista.