Israel quiere masacrar a los palestinos en el más absoluto silencio

Israel estaba perdiendo la guerra de la información y ayer cortó el acceso de loa palestinos a internet. Su ejército quiere matar en la oscuridad, sin que el horror trascienda a los medios independientes y las redes sociales.

En días anteriores los ataques aéreos israelíes habían matado al menos a veinte periodistas palestinos y Estados Unidos presiona para amordazar al resto. Las grandes empresas tecnológicas se están coordinando con los sionistas para amordazar a los medios que no es capaz de controlar.

El 25 de octubre, la aviación israelí mató a tres periodistas palestinos een uno de los días más mortíferos desde que comenzó la campaña de bombardeos casi tres semanas antes. A medida que pasaban las horas, las imágenes mostraron el momento en que el periodista Mohammed Farra, radicado en Ramallah, se enteró de que su esposa e hijos habían muerto en un ataque aéreo israelí en el barrio de Jan Yunes, en Gaza.

Durante el día se vieron escenas desgarradoras. En otra parte del asediado enclave costero, un ataque aéreo israelí mató a la esposa, el hijo, la hija y el nieto del director de la oficina árabe de Al Jazera en Gaza, Wael Dahdouh.

Los ataques de Israel contra los periodistas palestinos se produjeron horas después de que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, asegurara que había instado al gobierno de Qatar a moderar la retórica de Al Jazira sobre la guerra de Gaza» durante su reciente viaje a Doha.

Las sospechas de que las fuerzas israelíes habían atacado deliberadamente a la familia de Dahdouh se vieron rápidamente reforzadas por los comentarios del periodista Zvi Yehezkeli. “Conocemos el objetivo”, dijo Yehezkeli a la audiencia horas después del ataque. “Hoy había un objetivo: la familia de un periodista de Al Jazira”.

No es la primera vez que Dahdouh se encontraba en el punto de mira israelí. En 2021 el ejército israelí arrasó la torre de Gaza que albergaba a Associated Press y Al Jazira. Al año siguiente, las fuerzas israelíes asesinaron a la periodista palestino-estadounidense Shirin Abu-Akleh, una veterana corresponsal de Al Jazira en Jerusalén, en un tiroteo que provocó la condena internacional.

El Departamento de Estado ha cambiado su retórica. Ya no pide una investigación independiente ni cargos penales para los que asesinan a los periodistas palestinos. censuran sus voces, los grandes monopolios tecnológicos se han puesto al servicio de la guerra de propaganda sionista. Desde el 7 de octubre varias plataformas han suspendido o desactivado los perfiles de muchos periodistas, defensores de los derechos humanos y militantes palestinos.

El 25 de octubre las cuentas de Eye On Palestina desaparecieron de Instagram, Facebook y Twitter, dejando a más de 6 millones de seguidores sin poder acceder a uno de los recursos más socorridos que ofrece imágenes de primera mano de la destrucción de la población de Gaza.

Tras de la aprobación en 2016 del llamado “proyecto de ley de Facebook” destinado a combatir la “instigación digital”, la antigua ministra de Justicia israelí, la fanática Ayelet Shaked, se jactó de que Facebook, Twitter y Google habían cumplido con el 70 por cien de sus peticiones de censura.

En septiembre el periodista palestino Tamer Al Mishal denunció en Al Jazira que Meta se había coordinado con la inteligencia israelí para suprimir los contenidos propalestinos. Después, cuando intentó acceder a su perfil en la red social, el periodista descubrió que su cuenta de Facebook había dejado de existir.

No era el único. La semana anterior, Meta suspendió la cuenta de Instagram del fotoperiodista palestino Motaz Azaiza después de que compartiera imágenes de los restos de su edificio de apartamentos, donde 15 miembros de su familia habían muerto en ataques aéreos israelíes.

“Los periodistas palestinos en Gaza no sólo se enfrentan a la ocupación israelí”, explicó Abdelrahman, un periodista local con años de experiencia cubriendo los acontecimientos en Gaza sobre el terreno. “También tienen que superar mucha censura de Facebook y YouTube”, dijo, añadiendo que “en las redes sociales hay que tener mucho cuidado porque cierran las cuentas”.

“Trabajar como periodista en Gaza no es un trabajo fácil”, dice, no sólo porque estás censurado por las redes sociales, [sino] también porque te causa problemas con las autoridades israelíes, especialmente si deseas salir por cualquier vía israelí”. Si eres franco en tu cobertura, dice Abdelrahman, las autoridades israelíes “te considerarán un enemigo”.

Durante la Gran Marcha del Retorno de 2021, “los periodistas que cubrieron las marchas semanales fueron atacados deliberadamente por Israel”. “A algunos les dispararon en las rodillas, a otros en las piernas. Algunos fueron asesinados”, recuerda Abdelrahman.

En Instagram los usuarios notaron un “fallo” que tradujo temporalmente la palabra árabe para “palestino” a “terrorista palestino”.

Durante una incursión el 26 de octubre en Jenín el ejército israelí destruyó el monumento a Shirin Abu Akleh, la corresponsal de Al Jazira a quien habían asesinado un año antes.

—https://thegrayzone.com/2023/10/27/israeli-assassinates-journalists-big-tech-biden-palestinians/

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