El general kurdo Mazlum Abdi |
De ese cambio de planes forma parte la invasión militar del sureste de Siria por parte de las tropas turcas.
Por su parte, los dirigentes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) le han manifestado a Trump que están dispuestos a colaborar en el nuevo plan: “Realmente disfruté de mi conversación con el general @MazloumAbdi. Aprecia lo que hemos hecho y yo aprecio lo que han hecho los kurdos. Tal vez es hora de que los kurdos empiecen a dirigirse a la región petrolera”, escribió Trump en un mensaje de Twitter.
La complicidad de los kurdos con el imperialismo no decae por más que los imperalistas los tratan como acostumbran: como a perros amaestrados. Recientemente un funcionario del Departamento de Estado rompió un lápiz y se puso a gritar a una delegación kurda (*).
“Hemos asegurado el petróleo”, ha escrito Trump en un mensaje de
Twitter, y el equipo de la Casa Blanca que trabaja con el Califato
Islámico, dirigido por James Jeffrey, promueve la política de
incrementar la presencia militar en Deir Ezzor, que es donde se
encuentran los yacimientos de petróleo y gas.
Trump pretende jugar con dos barajas y para ello alienta la reconciliación de los kurdos con los turcos. En una carta dirigida a Erdogan hace unos días, Trump le dice que el general Mazlum podría ser un negociador potencial. “El general Mazloum está dispuesto a negociar con usted [Erdogan] y a hacer concesiones que nunca habrían hecho en el pasado. Adjunto una copia confidencial de la carta que me acaba de enviar”, escribió Trump.
Pero el general Mazlum que dirige las FDS, milita desde hace 30 años en el PKK y por ello es uno de los “terroristas” más buscados por la policía turca. Sería extraño verle estrechar la mano de Erdogan, lo que no impedirá que viaje próximamente a Washington para informarse de los planes de Estados Unidos en la región.
La invasión kurda ha logrado expulsar a los kurdos de a frontera norte, desplazándose hacia las regiones más meridionales de Siria. En ellas están los yacimientos petrolíferos y allá la población es totalmente árabe y no hay kurdos. Estados Unidos no quiere enviar tropas suficientes para ocuparlos. Necesitan un delegado fiable y, de nuevo, los kurdos se prestan a seguir ejerciendo de peones del imperialismo en la zona.
Si Estados Unidos ocupa la zona petrolífera con la ayuda de las milicias kurdas, los árabes lucharán contra los ocupantes de sus tierras y es muy posible que reactiven el Califato Islámico.
Evidentemente, Estados Unidos juaga con dos barajas (turcos y kurdos) y los kurdos les imitan; no rompen con los imperialistas pero, al mismo tiempo, quieren que el ejército regular sirio les defienda en la franja fronteriza. A Rusia le piden que haga de intermediario y presione al gobierno de Damasco. Quieren convertir a YPG en una sección especial del ejército regular sirio, quieren que las tropas de Estados Unidos estén presentes en Siria con el paraguas de “fuerzas internacionales de observación”.
(*) https://nationalinterest.org/blog/middle-east-watch/exclusive-inside-state-departments-meltdown-kurds-90241