Estados Unidos depende casi por completo de China -y en menor medida de Rusia- para obtener antimonio, una materia prima esencial para la industria de guerra. Es necesario para producir desde balas y explosivos perforantes hasta armas nucleares, así como una variedad de otros equipos militares, como gafas de visión nocturna.
El Congreso de Estados Unidos quiere consolidar la reserva estratégica de minerales básicos en la cadena de suministro de la industria de guerra, como titanio, tungsteno, cobalto y litio. Los congresistas calculan que escasearán para 2025 si no se toman medidas.
Después de que Japón cortara el suministro estadounidense de antimonio procedente de China durante la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos empezó a abastecerse del mineral en una mina de Idaho. Sin embargo, la mina dejó de producir en 1997.
“No hay ninguna mina nacional de antimonio”, dice un informe de 2020 del Servicio Geológico de Estados Unidos. China es el mayor productor de antimonio extraído y refinado y una fuente importante de importaciones para Estados Unidos (*). Pero está perdiendo cuota de mercado en favor de Rusia, segundo productor mundial, y Tayikistán está ganando terreno en el mercado mundial como tercer proveedor mundial de antimonio.
El reciente interés de los congresistas por reforzar las reservas de minerales estratégicos para la industria de guerra supone un giro radical. En las últimas décadas el Congreso había autorizado repetidamente ventas multimillonarias de la reserva para financiar otros programas.
En su punto álgido, al comienzo de la Guerra Fría en 1952, la reserva estaba valorada en casi 42.000 millones de dólares actuales. Ese valor se redujo a 888 millones de dólares el año pasado.
El Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes hizo su primer intento de abordar el control de China sobre la cadena de suministro de antimonio en un proyecto de ley publicado el miércoles. Un informe que acompaña al proyecto de ley exige que la administración de las reservas estratégicas informe al Comité sobre las existencias de antimonio, al tiempo que proporciona una perspectiva de cinco años de estos minerales y las debilidades actuales y futuras de la cadena de suministro.
“La comisión está preocupada por la reciente dinámica geopolítica con Rusia y China y por cómo esto podría acelerar las interrupciones en la cadena de suministro, en particular con el antimonio”, señala el informe.
El proyecto de ley también obliga al Pentágono a aplicar una política de reciclaje de baterías usadas para recuperar metales preciosos, minerales, tierras raras y elementos de importancia estratégica (como el cobalto y el litio) en la cadena de suministro o las reservas estratégicas.
El Pentágono presentó su propia propuesta legislativa al Congreso el mes pasado, pidiendo a los congresistas que autoricen 253,5 millones de dólares para adquirir minerales adicionales para las reservas estratégicas.
El arsenal actual es insuficiente para satisfacer las demandas de la competencia de las grandes potencias, según los congresistas. La reserva estratégica ya no es capaz de cubrir las necesidades del Pentágono para la gran mayoría de los materiales identificados en caso de interrupción de la cadena de suministro.
(*) https://www.defensenews.com/congress/2022/05/23/congress-and-pentagon-seek-to-shore-up-strategic-mineral-stockpile-dominated-by-china/