España involucrada en los crímenes cometidos por la OTAN en Afganistán

En Afganistán la OTAN no llevó a cabo sólo una guerra convencional sino, además, una guerra sucia, una meticulosa carnicería destinada a asesinar selectivamente a los talibanes, según reveló la revista alemana Der Spiegel basándose en los documentos de Edward Snowden. Bajo el nombre de ISAF y con la cobertura diplomática de la ONU, la organización militar imperialista se apoyó en un principio elaborado por Michael T. Flynn, el antiguo jefe de inteligencia de las tropas en el país asiático: «Solo un talibán muerto es un buen talibán».

Los documentos de Snowden, fechados entre 2009 y 2011, muestran que la cacería estuvo organizada por el antiguo comandante en jefe de las tropas de la OTAN, el general estadounidense David Petraeus. Fue una campaña sistemática destinada a asesinar selectivamente a más de 750 personas, incluidos combatientes de mediano y bajo rango. Solo en tres meses en 2011 acabó con la vida de 350 supuestos talibanes, un promedio de cuatro asesinatos al día.

Con los nombres de los talibanes que debían ser asesinados formaron una lista que recibió el nombre de JPEL («Joint Prioritized Effects List»), elaborada por la NSA y su aliada británica GCHQ, quienes rastreaban las comunicaciones telefónicas de los talibanes. Cuando las dos agencias detectaban un número de teléfono se ponía en marcha un sofisticado mecanismo para identificar al autor de la llamada y, en último término, incluir su nombre en la lista JPEL.

La lista JPEL fue elaborada en octubre de 2008 durante una reunión de los ministros de Defensa de los países miembros de la OTAN, por lo que involucra directamente al gobierno español. La participación española fue activa. El programa de escuchas se llamó «14 eyes» (14 ojos) por la participación en el mismo de países como España, Italia, Alemania, Bélgica, Dinamarca, Francia, Suecia y Noruega.

En un comunicado emitido en inglés el martes, el portavoz talibán Zabiulá Mujahid acusó a las fuerzas de la OTAN de haber llevado al país a un «baño de sangre».

El año pasado el jefe del espionaje español, Félix Sanz Roldán, reconoció a puerta cerrada en el Congreso que el CNI había entregado a la NSA paquetes con millones de metadatos sobre comunicaciones telefónicas y los diputados presentes en el acto dijeron servilmente que salían satisfechos de las explicaciones oficiales del CNI.

En su comunicado Mujahid también califica a la guerra como asimétrica y extiende la derrota a los aliados de Estados Unidos y «a todas las organizaciones internacionales arrogantes». Según los talibanes la retirada de la OTAN se debe a que «quizá» las naciones que invadieron Afganistán se han percatado de que su misión en el país asiático fue «la decisión más idiota de la historia moderna».

«No hemos sido derrotados, no hemos firmado ningún acuerdo con EE UU para concluir la guerra, entonces ¿cuál es el sentido de que EEUU ponga fin a la guerra? Esto significa que EE UU y sus aliados han sido completamente derrotados y están huyendo del campo de batalla».

La guerra de Afganistán, que ha durado 13 años, fue la primera de la OTAN fuera de Europa y América del norte. La desencadenó el imperialismo con la excusa del ataque a las torres gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001 y ha concluido con un rotundo fracaso: a pesar de los númerosos crímenes cometidos por los ocupantes, no han podido derrotar a los talibanes.

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