Con las noticias ocurre lo mismo que con el resto de la información: cuando no se sabe nada, todo son hipótesis y el mundo se lanza a debatir, incluso encarnizadamente, con muy pocos datos.
Es lo que está ocurriendo. No hay apenas información sobre el Golpe de Estado de Wagner, pero abundan las conjeturas, unas más disparatadas que otras.
A partir de ahí, las elucubraciones suben de tono. Las hay para todos los gustos y procedentes de las fuentes más diversas.
Por ejemplo, los medios árabes aseguran que en Siria han sido detenidos varios oficiales de Wagner. “Miembros de los ejércitos sirio y ruso arrestaron a varios miembros de Wagner presentes en Siria”, según la cadena Sky. Las detenciones comenzaron en las horas posteriores al Golpe de Estado y se realizaron en distintas regiones del país.
Entre los detenidos por la policía militar rusa y la seguridad siria en la base militar de Hmeimim se encuentran un delegado de Wagner, así como tres coroneles.
Otros comandantes, así como reclutadores de Wagner, fueron detenidos en Damasco y en otras localidades.
Pero la principal conjetura en circulación es que el golpe es un montaje orquestado por el propio ejército ruso para engañar a la OTAN.
Esta hipótesis se apoya en noticias como una que lleva el sello del MI-6 británico y asegura que la entrada de las tropas de Wagner en Bielorrusia, cifrada en unos 6.000 soldados, está dirigida contra los planes conjuntos de Ucrania, Polonia y Lituania para desplegar cuerpos fronterizos en el oeste de Ucrania.
La inteligencia británica también dice que Bielorrusia está formando una nueva unidad militar de 30.000 ó 40.000 efectivos cuya tarea principal será presionar al ejército ucraniano de manera que no pueda desplazar fuerzas al frente sur, que es el eje principal de sus ataques.
El equipo militar de estas unidades se ha estado almacenando desde el año pasado en Bielorrusia.
El problema es que los informes confidenciales que el MI-6 lleva difundiendo desde el inicio de la guerra, ni son tales informes ni son tampoco confidenciales. Pero en medio de tal cúmulo de falsedades, algunos datos merecen ser tenidos en cuenta, y éste puede ser uno de ellos.
El plan de matar a Prigojin
Una tercera información procede de Shaun Walker, un periodista del Guardian y afirma que Lukashenko convenció a Putin de que no ejecutara a Prigojin. En una declaración, el presidente bielorruso dijo: “Le dije a Putin: ‘Sí, podríamos sacarlo [a Prigojin], eso no sería un problema. Si no funciona la primera opción, entonces [pasaríamos a] la segunda’”.
La segunda opción a la que se refería Lukashenko era la de ejecutar a Prigojin, a lo que él se oponía: “Le dije [a Putin]: ‘No hagas eso’”.
Según la agencia de noticias bielorrusa Belta, Lukashenko añade que si Putin hubiera decidido seguir adelante con la ejecución, las relaciones con Rusia hubieran empeorado.
Qué se sabe de Surovikin y su segundo, de los que se dice que llevan varios días detenidos en Moscú por presuntamente ayudar al motín a pesar de que Surovikin emitió un vídeo exigiendo a Prigozhin que cesara en su marcha armada y que obedeciera al comandante supremo?
Qué se sabe de la exigencia de Shoigu de desarmar a Wagner antes de que se reubiquen en Bielorrusia? A mí me da la sensación de que todo esto podría desembocar en un segundo motín.