El espionaje estadounidense dispondrá pronto de un nuevo dispositivo en el espacio para escudriñar lo que ocurre en todo el mundo. Un nuevo satélite espía despegará el fin de semana del 16 y 17 de abril desde la base aérea de Vandenberg (California).
SpaceX transportará el dispositivo mediante un cohete Falcon 9. La empresa de Elon Musk, no sólo lanza satélites al espacio para conectarse internet, sino que también trabaja secreto para el Pentágono.
Esta misión de espionaje, cuyo nombre en clave es NROL-85 (National Reconnaissance Office Launch), será la cuarta que lleve a cabo la empresa de Musk por cuenta de Estados Unidos. Los otros tres tuvieron lugar en 2017 (NROL-76), 2020 (NROL-108) y a principios de este año (NROL-87). Hasta la fecha, todos los lanzamientos han sido un éxito.
La Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO) es una de las muchas instituciones que pertenecen a la inteligencia estadounidense, junto a estructuras tan conocidas como el FBI, la CIA, la NSA y la DEA. Adscrita al Pentágono, la NRO fabrica y gestiona la flota de satélites espía y proporciona análisis basados en la información recogida por estos aparatos.
El contrato entre SpaceX y la Fuerza Aérea se anunció a principios de 2019: tres misiones (AFSPC-44, NROL-85 y NROL-87) se confían a SpaceX y otras tres (SBIRS GEO-5, SBIRS GEO-6 y Silent Barker) a su competidor, United Launch Alliance (ULA).
Dependiendo de las características del satélite, son posibles usos muy diferentes: puede utilizarse para el reconocimiento óptico, las telecomunicaciones seguras, la vigilancia electromagnética y la escucha o el control por radar. Estas son las misiones más comunes que se pueden asignar a los satélites militares de espionaje.
La misión es secreta para no dar indicaciones sobre la función del satélite. La altitud daría una idea de sus características, al igual que el peso, que también es secreto, ya que puede indicar el número de satélites a bordo.
La hipótesis que subyace a la misión NROL-85 es el envío de dos satélites de reconocimiento e inteligencia espacial en el marco del programa Intruder, nombre que recibe una constelación de satélites que operan en la órbita baja de la Tierra, a una altura de entre 1.000 y 1.100 kilómetros. Este lanzamiento llevaría al Intruder 13A y 13B.
El programa Intruder forma parte del Sistema de Vigilancia Oceánica Naval (NOSS), que se encarga de seguir la actividad de las flotas militares de otras potencias, como China, Rusia e Irán. Este rastreo se realiza mediante la captación de las señales de radio que emiten los buques de guerra cuando se comunican o utilizan sus radares.
La inteligencia electromagnética para la Armada de Estados Unidos se lleva a cabo mediante la triangulación de los buques con satélites que operan en tríos o parejas, por lo que el vuelo NROL-85 sólo cuenta con dos naves. La tercera generación, lanzada en 2001, cuenta ya con 16 satélites.
El próximo lanzamiento de SpaceX para el Pentágono está previsto para el tercer trimestre de 2023. Esta será la misión NROL-69.