El universo y la biodiversidad

Darío Herchhoren

Continuando con lo expuesto sobre la biodiversidad, considero de especial necesidad explicar las leyes de la física y la química que rigen el funcionamiento del universo.

Para ello es necesario entender lo que significa el infinito. Todos aquellos que recibieron educación religiosa judeo cristiana fueron enseñados que el universo y la tierra que habitamos fue un acto de creación de un dios que nunca vieron ni verán. En la antigua mitología griega, no existe un creador, sino que hay diversos dioses, y por lo tanto no existen problemas para captar la idea de infinito.

En cambio en las religiones judeo cristianas, todo ha tenido un principio desde la nada, y todo es obra de un creador. Por lo tanto, lo que se introduce es la idea de finitud. Los antiguos pitagóricos y el propio Pitágoras, que son los creadores de la aritmética moderna, ya introducen la idea de infinito, y lo simbolizan con un ocho acostado.

Toda esta introducción nos sirve para explicar que el universo ha existido siempre, no tiene un principio ni un fin, y está en continua transformación y expansión. La mejora de los medios de investigación y los modernos telescopios que permiten explorar las distintas galaxias hasta las que están a años luz de la tierra corroboran esta afirmación.

Ahora bien; para explicar el por qué del universo es necesario hacer un símil, con un gigantesco juego de imanes, donde los distintos cuerpos celestes se atraen y se rechazan a la vez, manteniendo por ello un equilibrio que permite que el universo sea un todo armónico y que aplicando el axioma de Louis Lavoissier, hace que todo se transforme y nada se pierda.

En el universo sólo existen energía y materia, y ambas están en constante transformación y cambio. Si observamos el cielo en un noche oscura y sin nubes, veremos millones de estrellas, que son millones de soles, que pueden ser el centro de un sistema parecido al solar y con planetas parecidos a los de este sistema. Por ello, sería una necedad considerar que la tierra, es el único planeta habitado del universo. Aceptar eso significaría aceptar la teoría religiosa de la creación del género humano.

Pues bien; esto mismo pasa con lo que llamamos biodiversidad. El reino animal, no permanece quieto y también está en permanente cambio. Los grandes saurios han desaparecido, y ello ha dado lugar a la aparición de otros animales tanto sobre la tierra como en el agua. La fauna marina y terrestre se han ido transformando, y junto con la desaparición de algunas especies han aparecido otras.

Decía Marx, que la naturaleza odia el vacío. Y por ello cuando una especie desaparece aparece otra en su lugar. Veamos la evolución de las especies tanto animales como vegetales, y lo que tendremos ante nuestros ojos será algo sorprendente. Por ejemplo el caballo evolucionó desde un animal pequeño del tamaño de un perro hasta los hipariones que son los caballos primitivos hasta los caballos actuales que son animales de gran talla.

Para entender tanto el universo como la biodiversidad debemos echar mano de la dialéctica y sobre todo del materialismo dialéctico. Todo está en transformación y cambio, y todo es un proceso permanente de extinción y aparición.

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