El sistema bancario chino está en caída libre y su rescate costará muy caro, según el estadounidense J. Kyle Bass, fundador del fondo de cobertura Hayman Capital Management.
En una entrevista reciente en el canal de televisión CNBC, Bass afirma que las pérdidas podrían causar un agujero de 4 billones de dólares, arrastrando a todo el sector bancario.
La crisis comenzó con la burbuja inmobiliaria. Impulsados por los crecientes precios de las viviendas, las empresas chinas han construido tanto durante la última década que el país se ahoga en medio de viviendas vacías.
Ahora los promotores luchan por devolver los préstamos con los que financiaron unas obras faraónicas.
Las deudas de los principales promotores inmobiliarios se han deteriorado y algunos han incumplido sus obligaciones de pago. Según un ex alto funcionario del gobierno de Pekín, en China hay suficientes casas vacías para alojar a 3.000 millones de personas, lo que provocará enormes pérdidas financieras en el sector inmobiliario.
Las inversiones en el mercado inmobiliario chino provienen principalmente de los gobiernos locales, a través de mecanismos financieros cuyo valor combinado alcanza los 13 billones de dólares y cuyo pago algunos de ellos ya han comenzado a demorar.
Las pérdidas en el sector inmobiliario tendrán un impacto considerable en el sector bancario chino, adicto a los derivados financieros, que amplifican las oscilaciones del mercado. Podrían superar las de la crisis financiera de 1929 en los bancos estadounidenses, con unos 700.000 millones de dólares en pérdidas.
Las pérdidas inmobiliarias de China ascienden al menos a 4 billones de dólares, afirma Kyle Bass. En cuanto a la administraciones locales, ni siquiera saben hasta dónde puede llegar el agujero. El sistema bancario chino ya está en caída libre.