Desde el momento de su independencia Estados Unidos ha sido un país apoyado en la esclavitud, en el genocidio indígena y en la segregación racial sistemática e institucionalizada.
Los agresores son los blancos y las víctimas son todos aquellos que no son son completamente blancos. Según cifras del FBI, los crímenes de odio contra la población de origen hispano en Estados Unidos aumentaron un 40 por ciento de 2003 a 2007, cuando alcanzaron su máximo nivel, al contabilizar 830 víctimas.
Las cifras oficiales subestiman la cantidad y gravedad de los crímenes de odio contra hispanos. La mayor parte de las veces los latinos no denuncian las agresiones racistas a la policía, bien por la barrera del idioma o por el temor a ser deportado. También influye que la mayor parte de los juicios son una burla y casi nunca se molestan en buscar a los racistas.
En 2008, el número de latinos víctimas de crímenes de odio -ataques motivados por el origen étnico o nacional, preferencia sexual o creencia religiosa– fue de 792. En 2009 la cifra fue de 692 víctimas hispanas.
En la década de los noventa la incidencia de ataques contra inmigrantes latinos, en Estados Unidos, subió entre 40 y 50 por cinto en los últimos cinco años, junto a las campañas contra los inmigrantes y a favor de las deportaciones, según el FBI.
Asimismo, aumentó el número de grupos de odio contra los inmigrantes y la comunidad gay. De 602 asociaciones registradas en el 2000 subió a 926 en 2010, según el Southern Poverty Law.
Una excusa para la formación de grupos racistas es la llegada masiva de inmigrantes latinos, que para 2050 llevará a que Estados Unidos tenga 29 ciudadanos de origen latino por cada 100 habitantes, según proyecciones del Centro Hispano Pew.
En 2008 la coalición Agenda Nacional del Liderazgo Hispano, que agrupa a 26 organizaciones hispanas del país, se reunieron en la Cámara baja del Congreso estadounidense para detener el incremento de crímenes raciales contra el colectivo latino. En la la rueda de prensa posterior denunciaron la retórica violenta que diferentes medios de comunicación estadounidenses emplean para referirse a los inmigrantes indocumentados y a los latinos en general.
El año anterior la asociación Media Matters Action Network publicó un informe que ponía en relieve el lenguaje amenazador sobre la inmigración ilegal que puede oírse casi a diario en los canales de noticias por cable del país.