El plan europeo de vigilancia y control de la población queda al descubierto

Como era de esperar, comienzan a aparecer reacciones frente al terrorismo de Estado que han desatado. Más de 300 científicos de 26 países advierten contra la “vigilancia sin precedentes de la sociedad” por parte de aplicaciones informáticas que no cumplen con los requisitos de protección de datos.

Las propuestas habilitadas permiten la vigilancia, tanto por parte de la policía como de empresas privadas, lo cual es contraproduciente, ya que es un golpe devastador para la confianza en dichas aplicaciones.

Una declaración conjunta difundida el lunes en Alemania crítica el proyecto europeo PEPP-PT (Sistema Paneuropeo de Seguimiento de la Preservación de la Privacidad en la Cercanía). Varios signatarios del documento, como Cas Cremers del Centro Helmholtz de Seguridad de la Información (Cispa) y Marcel Salathé del Instituto Federal Suizo de Tecnología de Lausana (EPFL), retiran públicamente su apoyo al proyecto. La ETH de Zurich también se ha retirado.

Aunque la declaración no menciona ninguna aplicación concreta, acusa al proyecto, entre otras cosas, de falta de transparencia. Por ejemplo, está involucrada la empresa suiza AGT, que supuestamente estableció sistemas de vigilancia masiva para los estados árabes hace sólo unos años.

El pretexto para aprobar el PEPP-PT el 1 de abril es el de mismo de las últimas semanas: interrumpir la cadena de infección de coronavirus. El Instituto Heinrich Hertz (HHI) de la Fraunhofer-Gesellschaft es una de las empresas que está detrás de este proyecto.

El 16 de abril la información sobre un planteamiento diferente, descentralizado, conocido con el nombre de DP-3T fue eliminada del sitio web. Hasta entonces el consorcio PEPP-PT había declarado en su sitio web que apoyaba tanto los enfoques centralizados como los descentralizados y que se podían aplicar soluciones diferentes en los distintos países.

Según los 300 científicos, es crucial que los europeos confíen en la aplicación informática para que un número suficiente de ellos la utilice. Por lo tanto, no debería desarrollarse ningún instrumento que permitiera la recopilación de datos a gran escala sobre la población, ni ahora ni más tarde.

En otras palabras: si se amplía la aplicación a propósitos diferentes de los que inicialmente se establecieron, el coronavirus se convierte una vez más en una coartada para otros fines diferentes de los sanitarios.

El PEPP-PT ha subido algunos documentos a Github, la plataforma que consigna el código fuente de las aplicaciones informáticas para que su funcionamiento sea transparente. Entre ellos, hay uno sobre la protección y la seguridad de los datos. Sin embargo, se ignora en gran medida la cuestión del almacenamiento de datos centralizado o descentralizado en los diferentes Estados. Todavía no se ha puesto en línea un documento básico sobre las modalidades operativas.

https://www.golem.de/news/corona-app-300-wissenschaftler-warnen-vor-zentraler-datenspeicherung-2004-147973.html

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