El Pentágono juega con fuego

La realidad sigue los pasos de la ficción. Los mercenarios del ejército norteamericano se entrenan virtualmente con un videojuego creado en 1985 que se llama «El juego de Ender». A pesar de la campaña de la ONU contra los niños de la guerra en África, en «El juego de Ender» el ejército norteamericano recluta a un niño y le entrena como mercenario para que se convirta en el jefe del ejército de la humanidad contra una raza de alienígenas.

El Pentágono ha potenciado unidad dedicada a los simuladores, el Program Executive Office for Simulation, Training and Instrumentation (PEO-STRI). Los juegos y la infraestructura destinada al entrenamiento virtual forman parte de una unidad específica del ejército que coordinará el programa «Juegos para entrenar», que es operativo desde 2010.

Según el director del proyecto de videojuegos PEO-STRI, Leslie Duvow, el ejército cuenta con 70 sistemas de juego en 53 localizaciones en los Estados Unidos, Alemania, Italia y Corea del Sur. Cada sistema consiste en 52 ordenadores y equipamiento como ratones o cascos para la intercomunicación de los mercenarios. Además de esta infraestructura, el nuevo plan investiga sobre novedades a aplicar en el campo de los videojuegos para entrenar, aunque no con fines comerciales sino militares.

Para sus entrenamientos utilizan videojuegos de batallas en los que prueban la valía y la capacidad de sus reclutas. La empresa que comercializa el videojuego «Darwars Ambush» ha distribuido más de 3.000 copias al ejército, la fuerza aérea, los marines, la guardia costera y otros cuerpos menores.

La división del Ministerio de Defensa estadounidense modificó el juego para su uso específico en situaciones de emboscadas o bombardeos, aunque su desarrollo se ha quedado obsoleto. El juego estaba basado en tecnología del siglo XX, concretamente en el juego comercial de Codemasters desarrollado por Bohemia Interactive «Operation Flashpoint», lo que lo limita en número máximo de participantes en red, inteligencia artificial de los enemigos o modificación del terreno, por ejemplo.

70 campos de entrenamiento.

«Game After Ambush» es otro videojuego modificado que tendrá herramientas para que el ejército estadounidense pueda cambiar los escenarios o los objetivos de las misiones.

El Pentágono aún no ha desvelado cuál será el juego comercial elegido, aunque analistas del mercado consideran que, con pequeñas modificaciones varios videojuegos de los que hay actualmente en el mercado responden a las necesidades del ejército.

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