El Ministerio de Interior inaugura un nuevo sistema de escuchas telefónicas

A comienzos de este año el Ministerio de Interior ha inaugurado un nuevo sistema de pinchazos telefónicos llamado Verint 12 que, de momento está en fase de pruebas. Dentro de unos meses sustituirá al actual, que data de los tiempos de José María Aznar, 2001, y fue reformado con Alfredo Pérez Rubalcaba en 2010.

Este Ministerio no conoce los recortes. El nuevo Sitel (Sistema de Interceptación Telefónica) introduce mejoras operativas para la labor de vigilancia de los policías, nuevas herramientas e información en tiempo real sobre los sujetos vigilados. Por ejemplo, los movimientos geográficos de estos.

La Dirección General de la Policía está aprovechando estas semanas para impartir cursos de formación a los policías de sus brigadas de Información, que son los primeros que deben familiarizarse con el Verint 12. La Guardia Civil también lo utilizará.

El artículo 39.4 de la Ley General de Telecomunicaciones aclara que la policía no vigila sólo las llamadas telefónicas, sino “todo tipo de comunicaciones electrónicas”, en particular, las de vídeo, audio, intercambio de mensajes de whatsapp, correos electrónicos, SMS, archivos o faxes.

Por su carácter reservado, Sitel siempre ha estado rodeado por un halo de misterio y sólo hay protestas cuando los unos se vigilan a los otros. En el marco de las operaciones Pokémon y Manga, la jueza de Lugo, Pilar de Lara, ordenó el pinchazo de 200 líneas de políticos y empresarios corruptos

Los pinchazos se convierten en un escándalo cuando no acaban en las manos de un juez sino que van pasando de unas manos a otras, hasta que acaban en los medios de comunicación, es decir, convirtiendo en público lo que es privado.

En 2009, estando en la oposición, el PP acusó al entonces ministro del Interior, Pérez Rubalcaba, de usar Sitel con fines de manipulación política, a raíz de los pinchazos relacionados con el caso Gurtel.

En 2011 González Pons llegó a definir la red Sitel como “una máquina que parece sacada de la película Blade Runner” y anunció que su partido la eliminaría “el primer día” que ganase las elecciones. Típica demagogia. Una vez en La Moncloa, todo fue a peor…

A diferencia de otros países como Alemania, Grecia, Portugal, Holanda o Reino Unido, en España el gobierno no publica las estadísticas oficiales de los pinchazos telefónicos que lleva a cabo la policía. Sólo se pueden hacer estimaciones indirectas.

Durante 2013 se realizaron 24.212 pinchazos telefónicos solo a usuarios de Vodafone, una cifra muy lejos de las condenas por delitos como blanqueo de capitales (1.612) o tráfico de drogas (13.243). Teniendo en cuenta que Vodafone representa el 24,3 por ciento del tráfico de llamadas móviles, se puede estimar que al año se están realizando más de 100.000 pinchazos legales.

Pero es sólo la punta del iceberg porque, además, Vodafone informó a la policía de los metadatos de 48.679 llamadas, como su  duración, el destino o la localización, por lo que habría otros 200.000 pinchazos adicionales, aunque hay quien maneja otras “cifras oficiosas” según las cuales en España existirían hasta un millón de líneas telefónicas pinchadas (*).

De los pinchazos ilegales es mejor ni hablar… Un ejemplo de escuchas ilegales es el caso Anonymous, cuando la policía pinchó llamadas de teléfono de personas después de haber sido puestas en libertad. Otro caso típico de pinchazos ilegales son los que lleva a cabo la policía contra algunos abogados para grabar conversaciones con sus defendidos, que están protegidos por la obligación de secreto profesional.

(*) http://www.eldiario.es/turing/vigilancia_y_privacidad/Vodafone-SITEL-espionaje_telefonico_0_269473073.html

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