El confinamiento provocó un empeoramiento de las condiciones de trabajo hasta límites nunca antes alcanzados

Ayer se presentó en Madrid la encuesta COTS2, la segunda que se lleva a cabo sobre condiciones de trabajo, inseguridad y salud durante la pandemia. El estudio ha vuelto a demostrar que los confinamientos y demás medidas restrictivas han provocado un empeoramiento generalizado de las condiciones de trabajo y de salud laboral hasta límites nunca antes alcanzados (1).

El dilema de “la salud está por encima de la economía” es falso y que las restricciones aprobadas por el gobierno del PSOE y Podemos han incrementado la precariedad y los accidentes de trabajo mortales, lo cual pone de relieve otra falsedad, por cuanto las empresas no cerraron, incluidas las calificadas como “no esenciales”, sino que recurrieron al trabajo negro.

Durante el confinamiento, los trabajadores no sólo tuvieron que acudir a su puesto de trabajo, sino que muchos de ellos lo tuvieron que hacer a pesar de tener test positivo al coronavirus, en un momento en el cual no existían mascarillas, ni hidrogel, ni distancia social, ni ninguna clase de equipos de protección. Si el contagio fuera cierto, los índices de mortalidad entre los trabajadores habrían sido espectaculares.

En medio de la histeria, los trabajadores han tenido que acudir a su puesto en condiciones de “máxima presión”, lo que ha provocado un deterioro de su salud mental y un aumento del consumo de psicofármacos, alcohol y drogas.

Como consecuencia de las restricciones, los trabajadores se tuvieron que enfrentar en todo el mundo a situaciones extremas de explotación, aumento de la carga de trabajo, prolongación de la jornada laboral y la reducción de los periodos de descanso (2).

Las empresas industriales no sólo no cerraron sino que tuvieron un “exceso de actividad”, dice el Faro de Vigo, y en la comarca de Arousa se siguen produciendo tres accidentes laborales diarios, un promedio que no cambió durante el estado de alarma (3).

“La siniestralidad laboral se desboca en Castellón con el peor dato de la década”, titula El Mundo, con 7.662 accidentes en un año, cerca de 50 ellos graves y 11 trabajadores muertos (4).

La mayor parte de los accidentes laborales no son tales, sino delitos, y a veces la Fiscalía toma cartas en el asunto. A pesar de la pandemia, el año pasado investigó seis muertes más por homicidio imprudente en Barcelona como consecuencia de los trabajadores muertos durante la jornada laboral (5).

En Andalucía muere un trabajador por accidente laboral cada 60 horas, sobre todo en el sector de la construcción. La senda ascendente de muertes obreras se refleja también en el aumento de los accidentes graves, con una subida de más de un 12 por ciento (6).

(1) https://www.ccoo.es/b4ee9ad0c1c78c152ea5d609ce5a08da000001.pdf
(2) https://mpr21.info/los-accidentes-de-trabajo-mataron-mas-que-el-coronavirus-el-ano-pasado/
(3) https://www.farodevigo.es/arousa/2021/09/21/siniestralidad-laboral-pandemia-arousa-registra-57497921.html
(4) https://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/castellon/2021/09/19/614626e5fc6c83811c8b458c.html
(5) https://www.msn.com/es-es/noticias/espana/fiscal
(6) https://www.lavozdelsur.es/actualidad/sociedad/trabajador-accidente-laboral-60-horas-andalucia-ugt-siniestralidad_265287_102.html

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