El 25 de octubre la revista Medical Journal of Australia publicó un artículo defendiendo que los niños son más susceptibles al coronavirus de lo que se pensaba originalmente y “juegan su papel en la transmisión comunitaria” (1).
Cuatro días después la revista Nature decía exactamente lo contrario: “Es poco probable que los niños pequeños propaguen el virus, pero los niños mayores corren más riesgo” (2).
Si una afirmación es cierta, la otra es falsa. Si un artículo es científico, el otro es seudociencia. Se le puede condenar al infierno como terraplanista, magufo… ¿O no?
Al poner la ciencia en un primer plano, la pandemia va destapando cada una de sus miserias y de sus miserables. Una de ellas es la obsesión enfermiza por la circulación del virus, es decir, el contagio, que está en el núcleo de las preocupaciones de ambos artículos.
A los científicos les preocupa enormemente el sexo de los ángeles. En lugar de atender a un enfermo, se preocupan por un “positivo”, por detectarlo, rastrearlo y aislarlo. Han construido una pandemia gigantesca con ese tipo de “contagiados”, es decir, con humo y fuegos de artificio.
La tontería que da lugar al contagio es suponer que originariamente el organismo humano carece de virus, que llegan procedentes del exterior. Sin embargo, a lo largo de la pandemia han abundado las noticias de niños que no se han contagiado sino que nacen con coronavirus:
“Nace en Huesca un bebé con coronavirus” (3)
“Una bebé nace con coronavirus en Lisboa” (4)
“Trillizos recién nacidos con covid-19 en México de padres negativos” (5)
“Nace en Gran Bretaña un bebé con coronavirus de una madre positiva” (7)
En ésta como en otras pandemias, la doctrina del contagio está mostrando todas sus incongruencias. No explica el origen del virus, aquello que al principio llamaron “paciente cero” y del que ahora nadie se acuerda.
Tampoco explica que la inmensa mayoría de los “positivos” sean personas sanas. Pero sobre todo no explica que a los enfermos y fallecidos “por coronavirus” no se les encuentre el coronavirus.
(1) Covid‐19, children and schools: overlooked and at risk, https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.5694/mja2.50823
(2) Why schools probably aren’t Covid hotspots, https://www.nature.com/articles/d41586-020-02973-3
(3) https://www.heraldo.es/noticias/aragon/huesca/2020/10/24/nace-en-huesca-uno-de-los-primeros-bebes-con-coronavirus-del-mundo-1401854.html
(4) https://cadenaser.com/ser/2020/07/18/internacional/1595081004_289490.html
(5) https://cnnespanol.cnn.com/2020/06/25/trillizos-recien-nacidos-con-covid-19-en-mexico-se-encuentran-en-condicion-estable/
(6) https://www.elsiglodedurango.com.mx/noticia/1233891.nace-en-jalisco-primer-bebe-de-paciente-con-covid-19.html
(7) https://www.muyinteresante.es/salud/articulo/nace-el-primer-bebe-con-coronavirus