El miércoles Trump firmó decretos para flexibilizar la regulación y aumentar el suministro de energía a los centros de datos. Es un llamamiento a la acción para empresas como OpenAI y Google para ayudar a preservar la hegemonía de Estados Unidos. “Queremos ganar la carrera de la inteligencia artificial. No dejaremos que ningún país luche contra nosotros”, proclamó.
Es el documento estratégico para consolidar la hegemonía del país en lo que denomina “la lucha que definirá el siglo XXI”.
El plan aprobado por Trump presenta más de 90 recomendaciones concretas que abarcan la innovación tecnológica, el desarrollo de aplicaciones informáticas y la normativa mundial para la inteligencia artificial.
Es la directiva política más importante del actual gobierno estadounidense en el ámbito de la inteligencia artificial que, probablemente, transformará el panorama económico y político mundial.
En el contexto de la estrategia más amplia de Estados Unidos, el plan tiene objetivos ocultos.
En primer lugar, la elaboración del plan fue pública. Al asumir el cargo, Trump heredó la creciente preocupación pública tras el avance de DeepSeek. Impulsado por un fuerte sentido de urgencia, Washington se propuso reformar la política estadounidense de inteligencia artificial. Para recabar la opinión pública, el gobierno solicitó sugerencias y comentarios. Los monopolios tecnológicos y los centros de investigación también participaron, y en abril, el gobierno publicó más de 10.000 comentarios públicos recibidos en respuesta a esta solicitud.
El objetivo era preparar a las empresas para la introducción de la nueva política y fomentar un mayor consenso, en particular en lo que respecta a los ajustes a las políticas de inteligencia artificial. También se pretendía poner a prueba la política establecida.
Mucho antes de la publicación oficial del plan, Estados Unidos ya había comenzado a implementar su estrategia de inteligencia artificial. Washington se esfuerza para dirigir el ecosistema mundial. Por un lado, su estrategia es flexibilizar ciertas restricciones relacionadas con los chips para participar en negociaciones de inversión y aranceles con otros países, aprovechando tanto su superioridad tecnológica como sus herramientas políticas para captar cuota de mercado global. Por el otro, como parte del plan Stargate, está desarrollando infraestructuras y mercados de inteligencia artificial a escala mundial. En este sentido, el plan de inteligencia artificial es más bien el anuncio final.
El plan actualiza las directrices de contratación para garantizar que el gobierno contrate únicamente a desarrolladores de modelos lingüísticos de vanguardia y a gran escala “que garanticen la objetividad y la ausencia de sesgos ideológicos jerárquicos”, al tiempo que analiza si los modelos chinos están sujetos a la censura del gobierno de Pekín.
Es un intento de desvíar la atención. El chatbot de inteligencia artificial Grok ha sido prohibido recientemente en algunos países por sus contenidos racistas y políticamente incendiarios, incluyendo insultos contra dirigentes extranjeros. Estas controversias cuestionan los intentos de desregulación de la inteligencia artificial del gobierno de Trump y obstaculizan el despliegue internacional de los modelos de inteligencia artificial estadounidenses.
En teoría, el plan parece demostrar el apoyo de Estados Unidos al acceso abierto a modelos, lo que sugiere un compromiso con la transparencia. Sin embargo, en la práctica, importantes empresas estadounidenses, como Meta y OpenAI, se han mostrado reticentes a adoptar el código abierto, por el riesgo de ser superadas por competidores extranjeros. Un análisis más detallado revela que el impulso de Estados Unidos hacia el código abierto no se dirige al ecosistema global de inteligencia artificial, sino a facilitar el acceso a la potencia informática a gran escala para las empresas emergentes y el mundo académico estadounidense, así como a promover la adopción de modelos de código abierto por parte de las pequeñas y medianas empresas del país.
Es previsible que, en el futuro, en el ecosistema tecnológico de inteligencia artificial, Estados Unidos adopte una estrategia más pragmática, promoviendo el código abierto a escala local y el código cerrado a escala global, para mantener su hegemonía tecnológica.
Sin embargo, el plan de inteligencia artificial propuesto es una cosa; su implementación concreta es otra, y los resultados dependerán de numerosos factores internos y externos. Solo el tiempo dirá cómo se desarrollará.
Inteligencia artificial para todos
Los dirigentes chinos han criticado los esfuerzos de Washington para frenar el sector tecnológico asiático, incluso imponiendo restricciones a la exportación de chips de Nvidia, esenciales para el desarrollo de la inteligencia artificial.
Ayer el primer ministro chino, Li Qiang, lanzó un llamamiento para la creación de una organización internacional para el desarrollo de la inteligencia artificial. “Actualmente, los recursos y capacidades clave se concentran en unos pocos países y empresas. Si nos ocupamos de un monopolio tecnológico, controles y restricciones, la inteligencia artificial se convertirá en la reserva de un pequeño número de países y empresas”, dijo Li Qiang, en un discurso en la Conferencia Mundial de inteligencia artificial que se celebra en Shanghai.
Li reconoció que la falta de semiconductores era un obstáculo importante, pero reafirmó el llamamiento de Xi Jinping a políticas para apoyar la producción autóctona.
El gobierno chino quiere crear una organización mundial para la cooperación en inteligencia artificial, en la que los países puedan compartir sus conocimientos. En el futuro buscará impulsar el desarrollo de la inteligencia artificial en los países del Sur, dijo Li en su discurso, refiriéndose a una reunión informal que incluye a Brasil y África.
“Estamos listos para compartir nuestra experiencia de desarrollo y productos tecnológicos para ayudar a los países de todo el mundo, especialmente a los del Sur, a desarrollar sus capacidades y traer los beneficios de la inteligencia artificial al mundo”, dijo.
El jueves Amazon anunció el cierre de su laboratorio de inteligencia artificial en Shanghai, la última muestra de la intensidad de la competencia entre ambos países. El año pasado, IBM y Microsoft habían hecho lo mismo.
Al mismo tiempo, el éxito de DeepSeek ha inspirado a empresas tecnológicas y emergentes chinas a acelerar la investigación y desplegar productos como modelos de código abierto, robots y agentes de inteligencia artificial. Este despliegue tecnológico refleja los esfuerzos de los informáticos chinos para establecer puntos de referencia mundiales y hacerse cargo de una mayor parte del mercado mundial.
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