China toma represalias contra el ‘perro guardián’ de Estados Unidos en el Pacífico

La declaración de pandemia en marzo no fue casualidad. Tampoco fue por motivos terapéuticos y, desde luego, los expertos no han puesto su origen en Wuhan de manera inocente. Forma parte de los planes de guerra económica contra China: bloqueo de los mercados internacionales, sanciones, embargos y subida de aranceles.

Recientemente el Primer Ministro australiano apoyó públicamente una investigación internacional, otra más, sobre el origen de la pandemia que, naturalmente, se imputa a China y se rodea de las afirmaciones de los expertos sobre las “mentiras” del gobierno de Pekín. A estos efectos, los informes exculpatorios de la OMS se arrojan a la papelera. Es necesaria una declaración “ad hoc” que ponga a Chiina en la picota.

El mes pasado Australia participó por primera vez en maniobras militares con el Japón, Estados Unidos e India, países asociados en el Quad (Diálogo Cuatripartito sobre Seguridad).

El gobierno de Canberra ha excluido a Huawei del mercado 5G y el 19 de noviembre filtró una lista de 14 quejas contra China. Para exponer sus críticas hacia China recurre al Instituto Australiano de Política Estratégica, un grupo de reflexión pública.

El 27 de noviembre China respondió con medidas antidumping contra la importación de vinos australianos, que se añaden a la cebada y la carne, formando una lista cada vez más larga de mercancías sometidas a recargos arancelarios.

China es el mayor socio comercial de Australia y su alineamiento con las posiciones de Estados Unidos le está costando caro. El 90 por ciento de las exportaciones de langosta australiana van a China. El mercado del vino en China fue un regalo del cielo para el vino australiano, que el año pasado había destronado a los vinos franceses en términos de consumo. A partir del 28 de noviembre, estas importaciones fueron objeto de recargos compensatorios por encima del 212 por ciento, en beneficio de la industria vitivinícola autóctona. El azúcar, la cebada, el carbón y el algodón también son objetivos. Otra enorme fuente de ingresos de la que Australia corre el riesgo de verse privada es la de los estudiantes y turistas chinos. En junio, Pekín les advirtió que no fueran allí, denunciando incidentes racistas.

China no reconoce oficialmente que imponga sanciones comerciales, pero recurre a la presión comercial con fines políticos. Hace unos años, cuando Liu Xiaobo fue galardonado con el Premio Nobel, hizo lo mismo con el salmón noruego. Cuando Corea del Sur desplegó el sistema antimisiles THAAD, impuso recargos arancelarios a los cosméticos importados desde el país vecino.

Las sanciones económicas reflejan que las tensiones diplomáticas van en aumento. En la prensa china empiezan a proliferar artículos contra Australia, calificada como “el perro guardián de Estados Unidos” en el Pacífico. El 30 de noviembre el portavoz del Ministerio chino de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, denunció las matanzas de civiles y prisioneros afganos por parte de los soldados australianos en Afganistán.

No obstante, el objetivo de la retorsión china es advertir a otros países de Extremo Oriente, para disuadirles de sumarse a la política de bloqueo de Estados Unidos.

Más información:
– Alianza militar entre Japón y Australia para cercar a China
– Estados Unidos amenaza a Australia si no se suma al bloqueo contra China
– Los crímenes de guerra cometidos por las tropas australianas desplegadas en Afganistán
– Las tropas australianas asesinaron a sangre fría a 39 civiles afganos

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