Si alguien creía que era el Kremlin quien se dedicaba a manipular las elecciones, andaba muy descaminado. Los manipuladores de elecciones están en otro país: Israel. Un equipo internacional de periodistas, “Forbidden Stories”, ha destapado la existencia del “Equipo Jorge”, una empresa israelí dedicada a manipular elecciones en cualquier país del mundo.
La empresa no tiene existencia legal. Sus miembros se presentan como antiguos oficiales del ejército o de los servicios de inteligencia israelíes, expertos en información financiera, cuestiones militares, guerra psicológica o medios de comunicación social.
“La mayoría de las veces los clientes no quieren que aparezcamos”, explica un directivo de la empresa. “Nos gusta estar entre bastidores. Ese es nuestro punto fuerte”, afirma. Su empresa está activa en todos los continentes: “Hemos participado en 33 campañas electorales a nivel presidencial. Dos tercios de ellas en el África anglófona y francófona. Veintisiete tuvieron éxito”, afirma. Sólo se abstienen de intervenir en tres ámbitos: la política nacional estadounidense, Rusia e Israel.
El centro de su actividad es la desinformación en línea. Desde hace seis años, el “Equipo Jorge” desarrolla una plataforma digital llamada Aims, siglas de “Advanced Impact Media Solutions”. Un acrónimo que también significa “objetivos a alcanzar”. La aplicación permite crear perfiles falsos y activarlos en las principales redes sociales. La empresa ha vendido Aims a varios servicios de inteligencia gubernamentales.
La aplicación fabrica avatares, personas que no existen pero que tienen una apariencia real en internet. Los perfiles falsos publican sus supuestas opiniones para influir en el mayor número posible de usuarios de las redes sociales. A principios de enero de este año, el sistema tenía en funcionamiento 39.213 perfiles falsos diferentes, que pueden consultarse en una especie de catálogo. Sus rostros son retratos de personas reales extraídos de internet, y sus apellidos son una combinación de miles de nombres y apellidos almacenados en una base de datos.
Para dar credibilidad a los avatares, Aims puede abrir cuentas en Amazon o incluso Airbnb, y dejar comentarios debajo de vídeos de YouTube. A continuación, las cuentas se validan por correo electrónico o por SMS. Para ello, Aims genera números de teléfono virtuales para recibir o enviar mensajes de texto.
Un algoritmo se hace pasar por un ser humano
Pero no basta con tener una enorme base de datos de perfiles falsos para que sean creíbles. También es necesario que estén animados. Por eso Aims los hace interactuar regularmente en las redes sociales (Twitter, Facebook, Instagram) y en los bucles de Telegram. Esas interacciones las controla automáticamente la plataforma.
El Equipo Jorge difundió una información falsa: la muerte en Estados Unidos de una subespecie de ave, un emú llamado “Emmanuel” que es muy conocido en Twitter. Los días 29 y 3 de julio del año pasado, Aims difundió en Twitter y Facebook el hashtag #RIP_Emmanuel en referencia a un vídeo del ave datado el 27 de julio.
En pocas horas, cientos de cuentas gestionadas por Aims se activaron para difundir la noticia de la muerte del animal. Otras cuentas reforzaron la operación publicando comentarios. El resultado es asombroso. Una información falsa se convirtió en tendencia en Twitter en países como Eslovaquia, obligando a la dueña del avestruz a desmentir la afirmación ante sus seguidores.
Las cuentas de Twitter utilizadas para difundir la falsedad fueron activadas en una veintena de otras operaciones de desinformación mucho más graves que la falsa muerte del ave. Aims es capaz de generar detalles técnicos que le permiten hacerse pasar por un un ser humano.
Seis millones de euros para aplazar unas elecciones
En un vídeo enviado a sus clientes que resume su pericia, los miembros del Equipo Jorge se jactan de haber participado también en el sabotaje de varias elecciones, incluido el primer referéndum sobre la independencia de Cataluña, celebrado el 9 de noviembre de 2014. En ocasiones, el Equipo Jorge refuerza su automatismo contratando redactores (estudiantes que saben escribir y hablar lenguas extranjeras) en los países donde tiene previsto operar. A cambio de un salario mínimo local, se convierten en las “manitas” de las futuras campañas digitales.
Para conseguir el aplazamiento de unas elecciones en un país africano, el Equipo Jorge cobró seis millones de euros. La empresa activó su plataforma Aims e inundó las redes sociales. Pero la campaña también se lleva a cabo con mensajes SMS que transmiten mensajes políticos. Hasta dos millones de SMS en una semana: “El objetivo es crear una atmósfera sobre el terreno e internacional que haga que el aplazamiento de las elecciones parezca la mejor solución”.
Otra parte de la operación consiste en sembrar la discordia dentro de los clanes que controlan los resortes del poder. “Tenemos que ser muy astutos para provocar enfrentamientos entre los generales y sus familias. Entre cada jefe tribal”. De ahí la necesidad de contar con la ayuda -por no decir la complicidad- de empleados de compañías telefónicas locales para pinchar objetivos con el fin de “averiguar lo que piensan los líderes del bando contrario”. Las escuchas se pagan a 50.000 euros cada una.
También organizan grupos de presión específicos. Lo que menos quiere la gente es inestabilidad. En Europa piensan que si hay inestabilidad, habrá oleadas de emigrantes, y eso preocupa. Mientras que en Estados Unidos, preocupa más que los acontecimientos hagan subir el precio de la energía. Para transmitir estos mensajes, el Equipo Jorge se apoya en figuras conocidas como el israelí Ilan Mizrahi, ex director adjunto del Mossad y ex asesor de seguridad nacional del Primer Ministro Ehud Olmert, o Roger Noriega, ex diplomático de los gobiernos de Reagan y Bush hijo.