El astuto príncipe Turku
El 7 de octubre de 2015, declarando ante el senador norteamericano Joseph Manchin durante una reunión del Comité de las Fuerzas Armadas titulada “La influencia iraní en Irak y el caso de Camp Liberty”, el coronel Wesley Martin, ex comandante militar de Camp Achraf, base iraquí en donde unos 3.000 miembros de la OMPI han estado bajo protección del ejército USA hasta 2012, indicaba que Massud Radjavi fue herido durante un ataque en Irak y que, según sus informaciones, “está en Francia”. Su testimonio hay que cogerlo con pinzas cuando se sabe que este alto responsable del antiterrorismo en Irak es actualmente uno de los “lobbistas” acreditados de la OMPI…
Entonces ¿hay que creer al príncipe Turku Al-Faisal, antiguo jefe de los servicios secretos saudíes, quién declaró el 9 de julio pasado, en Bourget, cerca de París, para estupor de los hablantes árabes invitados a en la reunión anual de la OMPI, que Massud Radjavi estaba muerto? Este anuncio malicioso, pronunciado en dos ocasiones no fue traducido por el intérprete de la organización visiblemente incómodo, pero fue recibido muy mal por su mujer Maryam que acababa de dar un vibrante homenaje a su marido como si estuviera vivo. Su rostro, hasta entonces radiante, cambió bruscamente.
Massud Radjavi |
¿Se ha esclarecido por tanto el misterio de la desaparición de Massud Radjavi? Desde luego que no. Al-Alam, la cadena por satélite iraní en lengua árabe, reveló el pasado 25 de agosto que un avión norteamericano debía evacuar al secretario personal de Radjavi y a su médico personal hacia Albania, dejando entender que Radjavi podría encontrarse a bordo o ser enviado de la misma forma. Este traslado estaría motivado por la amenaza de un ataque contra Camp Liberty por la Intifada de Chaaban, organización que lleva el nombre de la insurrección chiíta de 2001 en Irak. En esa base militar situada cerca del aeropuerto de Bagdad, en donde han estado prisioneros muchos altos dirigentes baasistas, es donde los Muyaidines se han reagrupado bajo la protección del HCR (Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados).
Si Radjavi no estaba entre los pasajeros del avión USA o en otro vuelo chárter, sería necesario que Maryam justificara su prolongada ausencia de otra forma a la que lo han presentado (según algunos arrepentidos) algunos dirigentes de la OMPI a algunos miembros de la organización: Dios ha ocultado a su “jefe venerado” para protegerle de sus enemigos (en referencia a la ocultación de tipo menor o secundario, de la que se han beneficiado numerosos imanes chiítas), ¡y que reaparecerá cuando llegue la hora de derrocar la República islámica! No es extraño que con este tipo de confidencias nebulosas, bajo el sello del secreto, la OMPI pase por ser una secta político-religiosa que tiene por gurú a Massud.
Giro ideológico de 180 grados
El folletón Radjavi aun no ha terminado. Es interesante seguir en qué medida esta desaparición, o no, condiciona el porvenir de la OMPI. Dicho esto, lo más sorprendente está en otro tema: en la facultad que tiene esta organización de efectuar giros ideológicos de 180 grados y aliarse sin problemas con no importa quién, que pueda servir sus intereses.
Me he reunido con Massud Radjavi en dos ocasiones en Auvers-sur-Oise a comienzos de los años 80. Residía con Abolhassan Bani Sadr, primer presidente de la República islámica, con cuya hija se había casado. Se le consideraba islamo-marxista, anti-imperialista y anti-sionista.
Durante la guerra Irán-Irak y los 13 años de embargo que siguieron a la primera guerra del Golfo, me he entrevistado en numerosas ocasiones, en París y en Bagdad, con miembros de la OMPI. Incluso he tenido la ocasión de visitar la base Achraf. Aparte de su odio visceral a la República islámica de Irán, se adherían a la línea antiamericana y anti-israelí del partido Baas y de todos aquellos que se oponían a una nueva agresión a Irak. Cual no sería mi sorpresa al saber, tras el derrocamiento de Saddam Hussein, que la OMPI había cambiado de rumbo, aliándose a los neoconservadores y a la AIPAC, el lobby pro-israelí norteamericano.
¿Qué sucedió cuando las tropas estadounidenses rodearon el Camp Achraf? Los Muyaidines, entonces considerados como terroristas por los Estados Unidos, debieron deponer sus armas. Agentes del Pentágono y del Mossad, llegados junto a los soldados dieron a elegir al núcleo dirigente de la OMPI entre la colaboración con sus servicios secretos en el asunto iraní o la detención y el procesamiento por terrorismo.
Algunos periodistas norteamericanos de investigación han levantado el velo que esconde sus nuevas actividades.
Seymour Harsh ha revelado en el New Yorker, en abril de 2012, que la JSOC (Comando Unificado de Operaciones Especiales) adiestraba desde 2005 a voluntarios de la OMPI en una base militar de Nevada.
Gareth Porter, de Inter Press Service ha demostrado que el informe que contenía las “pruebas” de que Irán buscaba dotarse de la bomba atómica ha sido “fabricado” por el Mossad y los Muyaidines del Pueblo. Añade que la OMPI y la CNRI (Consejo Nacional de Resistencia en Irán) colaboran estrechamente con el Pentágono y la CIA, y que utilizan “multitud de organizaciones pantalla para labores de propaganda y de manipulación, con el fin de preparar la opinión para una acción militar estadounidenses-israelí contra Irán”.
En enero de 2012, esta manipulación llega al asesinato de dos sabios iraníes participantes en el programa nuclear de su país. Según el diario israelí Haaretz, las muertes habrían sido producidas por terroristas de la OMPI con la ayuda del Mossad.
Aunque inscrita en la lista de organizaciones terroristas por los Estados Unidos en 1997 y por la Unión Europea en 2002, la OMPI ha continuado siempre sus actividades en Occidente, sin muchas molestias. Se comprende por qué su nombre ha sido finalmente retirado de la lista negra.
Profesión: hipócritas
La intervención del príncipe Turku en la conferencia anual de los Muyaidines significa que han pasado del plato de Irak en los tiempos de Saddam al de Arabia Saudita y esto no hace presagiar nada bueno. Esta nueva alianza (o subordinación) los pone al servicio de un reino feudal wahabita, corrupto, que considera a los chiítas como incrédulos a eliminar. Se explican así las numerosas defecciones que se han producido en las filas de miembros de la OMPI, liberados tras 13 años de encierro en Camp Achraf, luego llamado Camp Liberty.
Hay que ser musulmán para comprender bien el significado de la palabra “monafiqin” (hipócrita), gente que se dice creyente pero que actúa a la inversa de lo que dicta el Corán. Esta acusación se ha pegado a la piel de los Muyaidines desde que les fue aplicada por el imán Jomeini.
Por lo que nos concierne, es obligatorio constatar que el comportamiento de los Muyaidines del Pueblo, al menos desde las guerras del Golfo, es amoral. La definición de hipocresía en el diccionario Larousse es la siguiente: “Actitud consistente en disimular su carácter o sus verdaderas intenciones, afectar sentimientos, opiniones, virtudes que no se tienen, para presentarse bajo una luz favorable e inspirar confianza”. Les viene de maravilla.