El viernes Zimbabwe introdujo en el mercado una moneda estructurada largamente esperada, que el banco central confía que logre promover la estabilidad monetaria y contener una inflación desatada.
Es el último intento del Banco de la Reserva de Zimbabue para resolver 25 años de problemas monetarios del país, habiendo lanzado varias monedas en el pasado, incluidas las actuales “notas de bonos” que se han visto significativamente erosionadas por la alta inflación: 55 por cien el mes pasado.
La nueva moneda estructurada, conocida como Zimbabwe Gold (ZiG), sustituirá a los billetes de bonos y otras formas de dinero electrónico como la liquidación bruta en tiempo real, que estaban en circulación.
La nueva moneda estructurada estará respaldada por una cesta de reservas de divisas y metales preciosos, principalmente oro, en poder del Banco de la Reserva de Zimbabwe.
“Esta moneda estará anclada a las reservas, incluidas las divisas extranjeras o los metales preciosos como el oro. El ZiG estará en todo momento supervisado y plenamente respaldado gracias a una cesta compuesta de reservas que incluye divisas extranjeras, metales preciosos, principalmente oro, recibidas por el Banco de la Reserva de Zimbabwe se entrega como regalías en especie y el banco central los guarda en bóvedas”, dijo el nuevo gobernador del Banco de la Reserva, John Mushayavanhu, al presentar la declaración de política monetaria 2024 en Harare, la capital del país africano.
Aclaró que los nuevos billetes vienen en denominaciones de 1, 2, 5, 10, 50, 100 y 200, y que a su debido tiempo se introducirán monedas de medio ZiG y un cuarto de ZiG.
Los zimbabuenses tienen 21 días para cambiar billetes viejos afectados por la inflación por la nueva moneda. Sin embargo, el dólar estadounidense, que representa el 85 por cien de las transacciones, seguirá siendo moneda de curso legal y es probable que la mayoría de la población siga prefiriéndolo.
Los zimbabuenses tienen una desconfianza histórica hacia su banco central, que se remonta a 2008, cuando imprimía billetes de 10 billones de dólares de Zimbabwe mientras la inflación estaba fuera de control.
Luego abolió su propia moneda y durante muchos años sólo utilizó billetes extranjeros, como el dólar estadounidense y el rand sudafricano.